APOYO EMOCIONAL EN LA FAMILIA Y EN EL TRABAJO
PSICOTERAPÉUTICO
APOYO EMOCIONAL EN LA FAMILIA Y EN EL TRABAJO
PSICOTERAPÉUTICO
|
||||||||||
1.- APOYO EMOCIONAL EN LA FAMILIA.-
Es
común escuchar que parte de la solución de los problemas personales más
frecuentes se encuentra en el brindar un mayor apoyo emocional a la persona que
se haya en la situación difícil. Al oír esto, muchos entienden esto del dar
apoyo emocional a alguien como el tratar de complacer en casi todo lo que se
nos pide, comprarle cosas bonitas, pasar más tiempo con la persona que requiere
el apoyo o con el decirle lo mucho que la queremos, pero cuando los psicólogos
hablamos de apoyo emocional por lo general nos referimos a algo más básico, que
poco tiene que ver con el dinero o las palabras en sí mismas, hablamos del
contacto emocional en su forma más original y nutritiva.

Al
hablar de apoyo emocional nos referimos a entrar en contacto con las emociones
básicas que nos definen como individuos y como miembros de la especie humana,
es decir, a aquel tipo de relaciones más simples que se originan en el interior
de las familias, grupos tribales o clanes y que deberían mantenerse o ampliarse
en agrupaciones sociales más grandes o complejas.
Contrariamente
a lo que debiera ser la evolución de nuestra especie, no se ha llegado a
consolidar la base emocional del desarrollo de las relaciones humanas; en la
mayoría de las sociedades modernas predominan la "monetarización" de
las relaciones, metas y valores, la sobrepoblación, el sub empleo y la crisis
de la familia como institución; hoy es común poner más atención a las necesidades
creadas por el sistema socio económico que atender a las necesidades
emocionales fundamentales.
Se
ha deteriorado la habilidad de comunicarse emocionalmente de una manera
efectiva al interior de la familia, se han desnaturalizado las maneras de
relacionarnos, dando lugar a la angustia, el dolor y vacío existencial de uno o
más miembros al interior de la familia.
Resulta
conveniente entonces el revisar las bases emocionales de las relaciones y de la
comunicación efectiva: Muchos han olvidado que las emociones están presentes
desde el momento del nacimiento, incluso antes. No necesitan ser aprendidas y
se hallan muy relacionadas a la supervivencia del individuo y la especie. Así
encontramos como emociones básicas individuales al miedo, la ira, el impulso
sexual y el gozo. También existirían ciertas necesidades emocionales colectivas
vinculadas igualmente a la supervivencia, cuya satisfacción o insatisfacción
provocaría respuestas emocionales primarias como el miedo u otras en las que se
hallan presentes la experiencia y la interacción social como la ansiedad, las
fobias o las somatizaciones. Entre estas necesidades están la de pertenencia o
inclusión en una familia, grupo o clan, la de sentirnos protegidos, aceptados,
la de alcanzar reconocimiento o prestigio, etc. Estas necesidades están
presentes desde el nacimiento y de su satisfacción depende la supervivencia
física del individuo en la primera etapa de su vida, manifestándose con mucha
fuerza nuevamente en la adolescencia y en las etapas críticas del desarrollo
del individuo.

Es
fácil apreciar cómo se hallan presentes no sólo en los humanos sino también en
la mayoría de los mamíferos. El estudio del comportamiento animal ha
descubierto que es indispensable para los mamíferos superiores jóvenes el
pertenecer a un grupo, lo cual se expresaría a través del recibir la aceptación
del macho dominante de la manada, así como la aprobación de la hembra dominante
en otros casos. Esto implica para el joven el ajustarse a las reglas
establecidas por los de mayor jerarquía, el quebrar estas reglas u orden dentro
del grupo equivalen a ser aislado, convertirse en un marginal, ser rechazado y
eventualmente ser eliminado. Por ello, en la mayoría de los mamíferos se puede
hallar muy arraigada, de una manera casi instintiva la búsqueda de la
aceptación y protección de su grupo de referencia, lo cual se expresa a través
de la aceptación de la Pareja Alfa o pareja dominante del grupo o
manada.
En
los humanos ocurre algo similar, tenemos la tendencia innata de buscar
aceptación y protección de nuestra familia en la niñez, del grupo escolar en el
colegio, en el grupo de jóvenes durante la adolescencia y así continuamos
alternando o cambiando de grupo de referencia en las distintas etapas de la
vida.
A
veces se pueden apreciar etapas de "rebeldía" frente a "la
autoridad", por lo general esta no es una rebeldía absoluta, sino frente
una persona o grupo en particular, en determinado momento pues la persona en su
interior estará tomando otro grupo y otra persona como referencia o autoridad.
También se da con frecuencia debido a la dificultad que tiene el sujeto para
alcanzar la aceptación de la figura de autoridad, al no alcanzar su aceptación
y benevolencia asume una actitud de resentimiento y rebeldía. Sin embargo, en
todo momento estará presente la necesidad de aceptación o pertenencia al grupo.
Esa necesidad está en el interior de cada persona haciendo posible la
reconciliación y el desarrollo social.
Entonces,
cuando se habla de necesidades básicas o fundamentales, en los mamíferos superiores,
no sólo nos referimos a la necesidad de comida, sueño, refugio, etc. de
naturaleza biológica e individual, sino también a aquellas en las que presencia
y aceptación de otros resulta fundamental para el desarrollo, bienestar y
eventualmente la supervivencia.
Cuando
alguien entra en crisis o en una situación en la que peligra su supervivencia
es porque ha perdido el camino que le conducía a la satisfacción de sus
necesidades fundamentales, es decir, no logra tomar conciencia y control de sus
propias emociones y no consigue comunicarse emocionalmente con los demás de una
manera eficaz.
Si
bien las emociones son respuestas automáticas y no requieren de aprendizaje, la
manera como expresamos nuestras emociones y el uso que hacemos de ellas son
aprendidas y moldeadas en la familia. La madre es la primera y principal fuente
de aprendizaje y moldeamiento de expresión de las emociones.
La
expresión de las emociones inicialmente es directa, no verbal y ajena a los
aprendizajes: él bebe ríe, llora, grita como respuesta emocional a lo que
siente. Esta pureza y correspondencia exacta de la expresión y la emoción se va
modificando de acuerdo a la relación que se establece con la madre. Así algunas
madres ayudan a mantener la correspondencia entre lo que siente el niño y sus
comunicaciones, asi como otras "enseñan" a sus niños a llorar, gritar
o reír no como una respuesta natural a un estado interior, sino como un recurso
comunicacional más que le ayuda a conseguir lo que quiere el niño, aunque esto
sea un capricho completamente superfluo.
Cuando
aparece la figura del padre en la vida del niño, por lo general lo hace como la
figura de autoridad que lo acepta como su hijo (a), provee lo necesario para la
familia y protege de los peligros del medio. Esta relación se establece en base
comunicaciones táctiles, gestuales y sonoras. El niño se sabe aceptado o
rechazado sin necesidad de mediar palabra. Luego, con la aparición del lenguaje
esta relación se enriquece y se define mejor, o por el contrario, se complica y
se puede convertir en fuente de frustración y rebeldía.
En
todo caso existirá la necesidad de aceptación y filiación en el sujeto y la
primera fuente de satisfacción de las mismas estará en los padres, en ambos y
cada uno de ellos. Si esta necesidad no es atendida convenientemente
difícilmente se alcanzará un desarrollo adecuado.
La
cultura popular nos habla del amor incondicional de la madre, de la aceptación
y autoridad que ejerce el padre para la regulación de la conducta del niño o
del joven. Sin embargo en la realidad todos tenemos la necesidad de
experimentar amor, aceptación, autoridad, orientación, protección de ambos
padres.
La
primera y principal fuente de apoyo emocional son los padres, ambos. De su
habilidad para transmitir su apoyo y favorecer el desarrollo emocional
dependerá gran parte del crecimiento y bienestar que experimente el sujeto, asi
como su capacidad de resistir las etapas críticas.
Cuando
un psicoterapeuta o acompañante terapéutico da apoyo emocional a su cliente, lo
que hace es aceptarlo incondicionalmente en su condición de ser humano. El
cliente puede sentir la aceptación de su terapeuta, aunque al principio no
pueda precisar la manera como se da.
No
hay que confundir lo que es la aceptación a la persona con la aceptación o
cuestionamiento de sus acciones. El cliente, como ser humano que desea mejorar
su condición actual, es digno de toda aceptación y respeto. Lo que es motivo de
revisión y replanteamiento son algunas actitudes y comportamientos que le hacen
sufrir de alguna manera o que producen sufrimiento a otras personas.
En
cierta manera esta aceptación se asemeja a la "misericordia" dentro
de su acepción cristiana u oriental, es decir, como un absoluto respeto y
aceptación de la búsqueda de la felicidad y por el derecho a buscarla. El
cristianismo y el budismo coinciden como filosofías de vida en la aceptación y
amor por la persona que busca ser feliz (en su comunión con la divinidad),
reservando la orientación y cuestionamientos a la conducta de la persona en su
búsqueda, mas no así por la persona misma, pues esta siempre es aceptada y
amada.

Entonces
cuando hablamos de dar apoyo emocional no se propone el aceptar la mala
conducta, el sentir lástima o asumir una posición de superioridad. Sino el
aceptar con un auténtico respeto la humanidad de nuestro cliente, el acoger su
Ser. Asi como con respeto por su búsqueda de la felicidad.
No
puede existir apoyo emocional sin la auténtica aceptación de la persona.
La
base de todo trabajo psicoterapéutico se inicia con la aceptación de la persona
y con el respeto de la capacidad de decidir sobre su futuro. Se acepta al
cliente, se le ayuda modificar aquellos aspectos de su proceder que se desea
cambiar, se le orienta sobre las distintas opciones que tiene para elegir
frente a una situación poco clara, se le acompaña en la revisión de sus
experiencias y la forma de valorar las mismas, se le cuestiona en algunas
oportunidades, pero se respetan sus decisiones siempre.
El
apoyo y acompañamiento emocional son la base del trabajo psicoterapéutico.
Podría
parecer relativamente fácil el dar apoyo emocional adecuado, pero en la
realidad no lo es. Basta remitirnos a lo comentado por Albert Ellis en el
reciente seminario que dictó en la Universidad de Lima, en él refirió que
"el 70% de la población norteamericana tiene serios trastornos
emocionales". Si bien la realidad de la familia en el Perú es diferente a
la familia norteamericana y los niveles de desajuste emocional no son tan
severos, igualmente constituye una imperiosa necesidad el poner mayor atención
y cuidado a nuestra capacidad de reconocer y aceptar nuestras propias
emociones, asi como a nuestra manera de manejar e interpretar nuestras
respuestas emocionales. Lograr esta madurez emocional debería ser base de
inicio de quien aspira a ser padre (madre) o a realizar el trabajo
psicoterapéutico.
Es
importante tener presente que nuestras emociones básicas nos acompañarán a lo
largo de nuestra vida, algunas veces serán placenteras, otras serán realmente
incómodas y es muy poco lo que podemos hacer para cambiar eso, pero sí podemos
aprender a controlar la manera como expresamos nuestras emociones, podemos
desarrollar nuestra capacidad de percibir y satisfacer las necesidades
emocionales de quienes cuentan con nuestro apoyo.

2.-EL APOYO EN FAMILIA Y A LA FAMILIA
La afirmación de que la familia es el núcleo natural y fundamental de la
sociedad, no es sólo un ideal, una quimera o un proyecto, es una realidad
tangible, es una constatación.
![]()
El divorcio, las familias monoparentales, las rupturas familiares, la
soltería prolongada de por vida para no tener ningún compromiso con nadie,
las formas alternativas de convivencia que se promueven, y todo el
desmantelamiento de la familia legal e internacional que se está fomentando,
lejos de ser un progreso, es un atentado contra la misma estabilidad de la
sociedad.
El apoyo social a la familia está claramente relacionado con los
resultados de bienestar de las personas. Está demostrado que el principal
apoyo social se encuentra dentro de la familia. Si falta la familia ¿de dónde
recibiremos el apoyo, el cuidado, el amor, el afecto, la seguridad? ¿Acaso de
los partidos políticos o de las instituciones gubernamentales…?
El estudiar cómo los miembros de la familia están implicados en
proporcionar apoyo mutuo, puede iluminarnos también sobre la importancia del
apoyo social a la familia.
Si pensamos cuándo fue la última vez que recibimos o dimos apoyo,
podremos descubrir que fue cuando se experimentó un evento de vida negativo
importante o un problema. En la mayoría de las circunstancias los que
proporcionan el apoyo son los miembros de la familia.
|
Es verdad que en ocasiones las familias no son viables como fuentes de
apoyo. Por ejemplo, la gente puede tener familias que no son atentas o están
preocupadas con sus propios problemas. A propósito de esto, Heller (1992)
dirigió una intervención en la que adultos mayores con bajos ingresos y
socialmente aislados fueron organizados en diadas telefónicas en las que el
miembro de cada diada se responsabilizaba de telefonear al otro regularmente.
Aunque llevaban a cabo sus tareas, no se dieron los beneficios que se
esperaban. Se concluyó que, al menos en algunas situaciones, el modo más
eficaz de mejorar la vida de personas relativamente aisladas socialmente con
pocos recursos es trabajar para mejorar sus relaciones sociales existentes
(principalmente aquellas con miembros de la familia) más que intentar
compensar la ausencia de apoyo por medio de recursos artificiales.
Un dato interesante en este tipo de estudios es que el apoyo de los
miembros de la familia y otros íntimos parece venir desproporcionadamente de
las mujeres, no importa si el que recibe la ayuda es una mujer o un hombre
(Shumaker y Hill, 1991). En las culturas occidentales, madres, hijas y nueras
son los proveedores primarios de apoyo, mientras los miembros de la familia
varones a menudo no consideran dar tal apoyo como parte de su
responsabilidad.
|
El apoyo a lo largo del ciclo vital de la familia
Repasemos un poco cómo se da o se percibe el apoyo a lo largo de las distintas etapas de la vida.
En la infancia.-En la infancia, los padres son la fuente de todos los
tipos de apoyo. Una vez que los niños alcanzan la edad de la escuela primaria
ven a los otros también como proveedores de apoyo, pero este apoyo es
generalmente percibido como de naturaleza más particular. Por ejemplo, el
apoyo de los compañeros se relaciona con un mejor ajuste en la primera etapa
escolar. Sin embargo, los padres son la base más fuerte de seguridad para el
niño. Durante la infancia, la seguridad afectiva es fruto del apoyo emocional
por parte de los padres. Tal apoyo contribuye al éxito de los niños en la
escuela y en su relación con sus iguales, en parte al estimular el desarrollo
de la competencia social. Esto ayuda a la salud emocional y psicológica y al
ajuste posterior en la vida de los niños.
En la adolescencia.- Se ha visto que durante la preadolescencia, así como
en la adolescencia temprana, las madres son consideradas como la más
importante fuente de apoyo (Furman y Buhrmester, 1985). El papel de las
madres es central, aunque las investigaciones sugieren que el apoyo de los
dos padres sigue siendo importante incluso para adolescentes mayores y para
los adultos jóvenes. Los sentimientos de ser estimados y apoyados por los
padres están asociados con la salud integral y mental hasta bien entrada la
tercera década de la vida.
En el embarazo.- El embarazo, nacimiento y cuidado del neonato requiere
siempre de apoyo, por mucho que todo esto se dé en el mejor de los ambientes.
Algunos estudios muestran que el apoyo recibido de los miembros de la
familia, del padre del bebé y amigos durante el embarazo, está relacionado
con la escala de Apgar del bebé (puntuación física del estado del bebé en el
momento después del nacimiento). También se ha encontrado que la confianza en
el esposo y su apoyo están relacionados con una más baja incidencia de depresión
postparto.
Crianza del niño.- Según los estudios, la satisfacción matrimonial y la
paternidad habilidosa parecen también ir juntas. Esta relación ha sido
demostrada en una variedad de edades y en una variedad de culturas. Y es que
el cónyuge suele ser considerado como el apoyo primordial para la paternidad.
Es como un amortiguador frente al estrés que mantiene la ayuda para prevenir
un desbordamiento de emociones negativas en la paternidad.
![]()
En la vida adulta.- Durante la vida adulta, en torno al 80% de los
cuidados se dan en la familia, usualmente por el cónyuge, o por las hijas si
el cónyuge no lo puede dar.
La fuerte asociación observada entre buena salud en personas mayores en
el estudio de la generación de ancianos de Berkeley y sus sentimientos de
cercanía hacia sus hijos, sugiere también que las relaciones familiares bajas
en conflictos pueden ser fuentes especialmente eficaces de apoyo social.
En general, las relaciones intergeneracionales, (las que se dan entre
padres e hijos,) parecen ser la fuente más frecuente de apoyo social para los
adultos a medida que se aproximan a edades avanzadas, especialmente para las
mujeres. Esto es cierto debido a las diferencias en longevidad para hombres y
mujeres. Según un estudio en los Estados Unidos (Johnson y Barer 1996), en
1990 casi la mitad de los hombres de más de 85 años vivían con su esposa,
mientras que menos de 10 por 100 de las mujeres de más de 85 años lo
hicieron. De este modo, los hombres más mayores, pero no las mujeres, es
probable que tengan una esposa como fuente primario de apoyo. Las mujeres más
mayores generalmente confían en los hijos, especialmente en las hijas.
Si vemos que la familia es la principal fuente de apoyo para la persona a
lo largo de toda la vida, ¿quiénes serán más afectados por el oscurecimiento
de la familia? Sin duda los miembros más débiles, es decir, los niños y los
ancianos, y las personas con alguna limitación física o mental.
Una sociedad que no reconoce a la familia, necesariamente generará graves
problemas sociales frente a los cuales, no dispondrá de recursos para
resolverlos. ¿Por qué en lugar de combatir la familia no la promovemos más?
Comencemos por fortalecer los lazos de unión con nuestros padres, esposos,
hijos, hermanos, amigos
|

3.-PAUTAS DE CUIDADO EMOCIONAL A LA FAMILIA Y
CUIDADORES
Los
miembros de la familia y los cuidadores pueden presentar sintomatología
afectiva: estrés, ansiedad, depresión y tienen normalmente una sensación de
aislamiento. Los objetivos de la orientación psicológica a las familias y
cuidadores de los pacientes afectados son: proporcionarles información y
darles formación y apoyo emocional.
Las
familias necesitan atención, educación, orientación y apoyo. Algunas se
adaptan mejor que otras, pero en su mayoría tienen dificultades, sobre todo al
inicio de la enfermedad. Las personas que se adaptan mejor a los cambios
emocionales son aquellas que tienen dos cualidades: la capacidad de ser
flexible y la capacidad para comunicarse abiertamente, expresando directamente
las emociones tanto positivas como negativas y reconociendo sus necesidades y
las de los demás miembros de la familia189.
Los
pacientes con ELA y sus cuidadores presentan altos niveles de estrés, derivados
de la impredecibilidad, incontrolabilidad e incertidumbre asociadas a la
enfermedad. La pérdida de la salud supone una crisis situacional en la que las
personas sufren reacciones emocionales de una intensidad significativa y
requieren unos recursos específicos para restaurar el propio equilibrio190.
No
sólo los pacientes, sino también los cuidadores, precisan apoyo psicológico y
soporte emocional. Necesitan intervenciones que reduzcan los estados
emocionales adversos y favorezcan la adaptación personal y social. Una de las
funciones básicas del psicólogo clínico y de los servicios de salud mental, en
general, es dar apoyo emocional tanto a los pacientes como a sus familiares. El
profesional debe ayudar al paciente en la toma de decisiones de situaciones
complicadas y difíciles con alto grado de ansiedad. Para ello se utilizarán una
serie de estrategias de relación, llamadas facilitadoras.
4.-ESTRATEGIAS
DE INTERVENCIÓN EN LA AYUDA EMOCIONAL AL PACIENTE Y CUIDADOR:
- Realizar preguntas abiertas dirigidas.
- Identificar las preocupaciones, necesidades y temores.
- Atender a las pistas indirectas proporcionadas por los pacientes.
- Utilizar un diálogo empático. Reconocer la emoción del paciente o cuidador, dar señales de que uno trata de ponerse en su lugar.
- Preguntar sin dar nada por supuesto.
- Escuchar antes de hablar.
- Identificar atribuciones.
- Escuchar y respetar las objeciones.
- Prestar atención a lo que se dice y cómo se dice.
- Centrar la comunicación en lo que se puede hacer.
- Graduar y anticipar la información negativa.
- Comunicar “la verdad” al ritmo de las necesidades y demandas del paciente.
Los principales objetivos de la
intervención emocional serían:
- Mejorar la autoconciencia y la capacidad de resolver problemas.
- Facilitar la percepción de control.
- Desarrollar la autoestima y la aceptación de las cosas como son.
- Reforzar y aclarar la información.
- Favorecer la adhesión al tratamiento a través de la confianza.
- Ayudar al paciente a establecer las metas del tratamiento que recibe.
- Favorecer la comunicación abierta de información y emociones.
- Prevenir la “soledad emocional” en el paciente.
- Constituir un enlace entre el médico y el paciente
Pautas de autocuidado emocional190
- Tomar conciencia de los límites y aceptarlos.
- Utilizar alguna técnica reductora de ansiedad y hacerlo cotidianamente: relajación, yoga, meditación.
- Dedicar unos minutos al día a uno mismo puede aumentar la resistencia personal al estrés.
- Saber pedir apoyo y desahogarse cuando resulte necesario.
- Darse permiso para emocionarse. Uno siente lo que siente: no lo que debe sentir.
- Desarrollar estrategias de autocontrol cognitivo y estar alerta a nuestro propio procesamiento y evaluación cognitiva con el fin de evitar pensamientos distorsionados.
- Realizar actividades gratificantes y mantener un adecuado equilibrio entre placeres y obligaciones.
- Compartir las dificultades entre los miembros de la familia.
Sugerencias
a los cuidadores para poder adaptarse mejor a las diferentes emociones y
dificultades189:
Pautas para manejar la ansiedad:
- Comuníquese y exprésese. No se encierre en sí mismo
- Aprenda algunas técnicas de relajación.
- Dedíquese tiempo para usted. Permítase participar en alguna actividad placentera o relajante.
- Delegue responsabilidades a los demás miembros de la familia.
- Establezca prioridades, hay algunas cosas que no son tan importantes.
Pautas frente al mecanismo de la negación:
- Viva el momento.
- Adáptese al estado en que se encuentra el paciente.
- Pida información a los profesionales.
- Reconozca que usted necesita pasar por una serie de emociones, incluyendo la ira y el dolor.
- Se necesita tiempo para llegar a aceptar la realidad. Sólo cuando la familia se ha adaptado a la realidad puede ayudar a la persona con ELA.
Pautas frente al dolor y a la depresión:
- Permítase llorar.
- Acepte que el pasado se encuentra detrás y que el futuro será diferente.
- Modifique sus objetivos y expectativas.
- Si se siente “bloqueado a nivel emocional”, pida ayuda a un profesional.
Pautas para adaptarse al cansancio:
- Cuídese. Coma bien e intente dormir todo lo que pueda. No puede ayudar a su ser querido si se encuentra enfermo.
- Deje para mañana lo que no sea absolutamente necesario.
- Delegue responsabilidades. Pida a los amigos y familiares que le ayuden.
- No se haga a sí mismo responsable de que debe estar siempre junto al paciente.
- Aprenda ejercicios de relajación si tiene dificultades para dormir.
Pautas para adaptarse a la falta de tiempo
para uno mismo:
- Evite reducir el contacto social.
- No abandone su trabajo, a menos que sea absolutamente necesario.
- No piense que su asistencia es indispensable. Debe admitir y dedicar tiempo a sus propias necesidades.
- Planifique actividades sociales. Intente hablar de temas que no sean referentes a la enfermedad de su familiar.
- Tanto el cuidador como la persona cuidada necesitan poder estar a solas.
5.-APOYO EMOCIONAL
La
expresión de lo que sentimos ante un observador externo es fundamental para
resolución de los conflictos.
Y los siguientes talleres:
Antiestrés y ansiedad
¿Qué
es el estrés? ¿Por qué se produce? ¿Cómo reducirlo? ¿Cómo evitarlo?...
Relajación
Diversas
técnicas para poder aplicar en cualquier momento y lugar.
Visualización y Meditación
Ayuda
a desarrollar la creatividad, a cuidar la salud mental y física.
Autoestima
¿Cómo
valorarse y amarse a uno mismo?
Autoconocimiento
¿Qué
siento? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde me dirijo?
Desarrollo del perdón
¿Cómo
encontrar serenidad?
Del “no puedo” al “puedo”
Superación
de mis limitaciones. Superación personal.
Orientación para desarrollar mi proyecto
personal y profesional
Definición,
planificación y puesta en acción de mis proyectos.
El
Apoyo Emocional se sirve de un
conjunto de técnicas, como la Terapia Gestalt o la Psicología Humanista… para
crear un espacio de escucha, seguridad y apoyo en el que las personas puedan
expresarse libremente.
Su
principal objetivo es acompañar a las personas a encontrar herramientas en
ellas mismas con las que poder superar las diversas dificultades que se
presentan en la vida: situaciones de estrés y ansiedad, falta de autoestima,
autocontrol, superación de pérdidas afectivas, problemas familiares o de
pareja, etc.
A
través de la empatía y de la creación de un espacio de apoyo en el que la
persona pueda escucharse a sí misma se produce el reconocimiento de sus
potenciales y limitaciones. Así, puede verse de una forma holística, global, y
comprender sus mecanismos y funcionamientos internos. Y de esta forma aceptarse
y amarse tal y como es.
¿A quién va dirigido?
El Apoyo Emocional va dirigido a cualquier persona que esté interesada en realizar una mirada interior y recuperar la paz, la alegría y el equilibrio emocional en su vida.
¿Quiénes somos?
Un grupo de profesionales de diferentes áreas dedicados al apoyo y al acompañamiento de las personas que deseen mejorar su calidad de vida.
Nos encontramos en la ciudad de Madrid (España).
Para más información contactar con:
Un grupo de profesionales de diferentes áreas dedicados al apoyo y al acompañamiento de las personas que deseen mejorar su calidad de vida.
Nos encontramos en la ciudad de Madrid (España).
Para más información contactar con:
ESTUDIANTE:
MEDINA VILLCA GRISELDA
DOCENTE:
Lic. FREDDY CHUCA BAUTISTA
UNIDAD
DEFORMACIÓN: TICS Y EDUCACIÓN
AÑO DE
FORMACIÓN: PRIMER AÑO
ESPECIALIDAD:
COSMOVISIONES FILOSOFÍA Y PSICOLOGÍA
GESTION:
2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario