PEDAGOGIA COMUNTARIA
A modo de
introducción
“Había una
vez un indio anciano que por las noches solía estar sentado en el fogón de su
cabaña y hablaba de los días pasados, de los animales, hombres y espíritus. Los
jóvenes reunidos a su alrededor escuchaban. El anciano contaba y contaba.
Relataba con la boca, con los ojos, con manos y pies.
No obstante,
un joven tras otro abandonaban pronto el círculo de los oyentes y se echaban a
dormir. Al final, el anciano sentado solo al lado de un fuego que se apagaba
poco a poco, se relataba a sí mismo las aventuras del dios del zorro y del dios
del armadillo. (…)
Los jóvenes
escuchan un rato, pero pronto se cansan, tienen otros intereses. Han empezado a
participar en el gran baile que los cristianos llaman civilización, en el que
generalmente se baila alrededor del becerro de oro.”[1]
Poco
comprendemos del mundo indígena, pese a que provenimos también de él. De una u
otra manera, éste mundo se ha ido deteriorando, reduciendo, y al parecer
continúa su desvanecimiento, en algún tiempo más posiblemente desaparezca por
completo. Una vez que sus generaciones jóvenes entran en relación pedagógica
con la cultura moderna-colonial, asimilan otros valores totalmente opuestos a
los valores comunitarios, entonces es el inicio de su enajenación, de su
karayanización o blanqueamiento cultural, y por lo tanto de la pérdida de su
libertad.
De una u
otra manera, a veces más sutil y otras veces violenta, los pueblos indígenas
han sido atrapados por el sistema mundo moderno-colonial y han desaparecido
como culturas. A través de la pedagógica colonial se los ha convertido en
objetos funcionales a un sistema de desigualdades del cual se benefician pocos
a costa de muchos, haciendo que asuman otra cultura y detesten la suya.
Hoy, es
necesario comprender la pedagógica comunitaria de los pueblos indígenas, como
también la pedagógica colonial con la que se los ha subordinado por
generaciones, para predisponernos a la construcción de una nueva pedagógica más
humana y liberadora, como también más nuestra, boliviana y latinoamericana. El
fin del presente ensayo tiene que ver con ese esfuerzo de comprensión.
La
pedagógica comunitaria entre los pueblos indígenas de las Tierras Bajas de
Bolivia
Entre las culturas
indígenas de las Tierras Bajas, los ancianos tenían gran prestigio por su
experiencia; se los consultaba y sus indicaciones eran obedecidas por todos.
Entre los guaraní-chiriguano se los llamaba arakua iya que significa
dueño del saber. En ciertas ocasiones, mientras los padres salían a trabajar,
ya sea a recolectar la miel, cazar, pescar o cultivar, el abuelo se quedaba con
los niños y además de jugar con ellos les contaba cuentos, mitos sobre el
origen del mundo, sobre las aventuras de los animales y sus dueños protectores
o espíritus grandes (deidades). De esta manera transmitía los valores para
vivir en comunidad y armonía entre todos los seres humanos y con la naturaleza.
Los ancianos
no solamente educaban a los niños, sino también a toda la aldea. Por las noches
cuando ésta se reunía alrededor de una hoguera, entonces el más viejo tomaba la
palabra y todos le oían. Rememoraba lo que habían hecho los antepasados, sus
grandes logros, lo que habían descubierto, lo que habían creado como herramientas
útiles, pero también los mandatos espirituales para mantener una conducta moral
y éticamente adecuada, y que eran de gran utilidad en la vida diaria. De esta
manera, los primeros hombres, sus grandes conocimientos y enseñanzas estaban
siempre en la memoria y en el actuar de las personas todos los días. Además,
narraban las guerras, momentos en los cuales la tribu había demostrado su
valentía frente a otros.
Con la
llegada de los invasores blancos, las batallas más contadas fueron aquellas que
se habían realizado en contra de estos. Los ayoréode desde su subjetividad de
hombres libres y superiores los llamaban cogñone, que significa cobarde
e inútil, por su dependencia extrema de las máquinas sin las cuales parecían no
poder sobrevivir. Los ancianos rememoraban sus enfrentamientos contra los
cogñone para transmitir el ejemplo de hombres fuertes y valientes ayoréode
hacia los jóvenes, a través de cantos:
¡Gente blanca, seré grande!
¿No sabéis que os persigo?
¡Antes mataron a mi tío,
Destrozaron a mi tío frente a mí!
Gente blanca, gente grande,
¡Pensasteis que no llegaría a vuestro pueblo!
¡Contaré mis luchas contra vosotros![2]
Otro nivel de
educación se hallaba entre los padres y la comunidad. Estos educaban a las
nuevas generaciones de niños y jóvenes siempre con el ejemplo y la palabra,
nunca con el castigo. Tanto así, que los jesuitas que se disponían a
evangelizarlos a fines del siglo XVII al observarlos se sorprendieron, y
pensaron que no había educación entre estos indígenas porque los niños podían
hacer lo que querían y nunca escuchaban reproche.[3] Nordenskiöld
observaba en 1908-1909 entre los pueblos libres del Chaco, aún no
conquistados, que como consecuencia de este tipo de educación las personas
crecían amables y atentas.[4] Y, D’Orbigny
observó entre los yuracaré en 1836, que los padres nunca corregían a sus hijos,
y que la idea de corregir era tan ajena a su cultura que en su propio idioma no
había una palabra que la exprese.[5]
Los niños
crecían en plena libertad sin castigo que los corrija y los limite en su
comportamiento, sólo el ejemplo de los adultos que llevaban una vida correcta y
la enseñanza de los principios y valores culturales a través de cuentos y
mitos, como también la explicación, en diálogo, de los riesgos y peligros que
hay que enfrentar y cómo hacerlo, educaba a los niños y jóvenes, los hacía
hombres y mujeres responsables, trabajadores, honestos, honrados, valientes y
amables.
El niño
aprendía del padre y la niña de la madre, desde muy pequeños estos aprendían
sobre las tareas y trabajos que realizaban los adultos, primero imitándolos en
sus juegos infantiles para luego formar parte de esas tareas. La niña pequeña,
por ejemplo, tenía su pequeño cántaro con el que acompañaba a su madre que
llevaba un cántaro de mayor tamaño, al río donde se abastecía de agua; la niña
imitaba a la madre. Y el niño con su pequeña red de pescar imitaba al padre
cuando éste iba a pescar.[6] Cuando crecían
lo suficiente para ayudar efectivamente, el juego se convertía en trabajo
responsable y esto se valoraba. No se excluía a nadie por la edad, sexo o por
la falta de experiencia, se valoraba la capacidad, la destreza y la sabiduría.
De este modo, los niños sentían que sus vidas formaban parte importante en la
vida económica de la comunidad.
Ser
trabajador y responsable con la familia y la comunidad eran valores de mucha
importancia con las que eran educados los niños y jóvenes. Esto también se
traducía en una norma, sólo el que era buen cazador podía tener una esposa y
una familia. El joven enamorado debía demostrar a su pretendida y a la familia
de aquella, que es capaz de sostener una familia propia y hacerla feliz. Para
esto debía cazar y colocar las mejores presas de los animales que había cazado
en la puerta de la cabaña de su pretendida, así demostraba que era un buen
cazador que podría proporcionar carne a su futura familia.
En el caso
de la cultura guaraní-chiriguana, si la familia de la pretendida, junto a ella
claro, aprobaba el matrimonio, entonces la futura suegra hablaba con el joven,
le decía que si le quería a su hija debía demostrar que es trabajador y
quedarse a vivir y trabajar junto a ellos; así, el joven se incorporaba a la
familia de la novia por más o menos un año.[7]
También el
valor de la honradez se visibilizaba claramente en la conducta de los
indígenas. El respeto por los objetos de propiedad ajena era impresionante. Lo
era a tal grado, que si alguien perdía en el monte su arco y flechas, no era
levantado por otra persona si ésta lo hallaba. El explorador D’ Orbigny, en
1836, alababa a los guarayo libres por su honradez en comparación con los
indígenas cristianos de Chiquitos. Al momento de adoptar a un niño que sería su
acompañante en sus posteriores viajes, el abuelo de éste le dijo al explorador:
“Este niño
que te traigo es mi nieto, se llama Mbuca Ori (Risa gozosa). Te lo doy porque
perdió a su padre, y te creo digno de reemplazarlo; míralo como tu hijo y haz
de él un hombre; sobre todo, que no sepa nunca lo que es el robo, que tanto
detestamos, y que sea digno de llamarse guarayo”.[8]
Este valor
de la honradez iba muy junto a otro que era el don a dar. Es decir, el quitar
era tan extraño a la cultura indígena como era tan común el dar.
Se educaba
para que las personas vivan en armonía con la naturaleza, lo que significa que
sabían que lo que la naturaleza les daba en todas sus formas permitía que
reprodujeran sus vidas, por lo tanto cada persona también tenía que ser
recíproco con la naturaleza. Como sabían que sus propias vidas no les
pertenecían del todo, debían dar directa o indirectamente a la naturaleza.
El cazador,
por ejemplo, era recíproco con la naturaleza respetando a los animales y las
plantas de las cuales sólo tomaba lo suficiente para sobrevivir. Esto se solía
demostrar entre los pueblos chiquitanos cuando se pedía permiso al dueño
protector de los animales (deidad) Henaschírsch-ti, se le rogaba por una buena
cacería, y, después de hacerlo, se le agradecía dejando en el suelo, en pleno
bosque, una presa del animal cazado. Henaschírch-ti no toleraba el robo, para
él cazar más animales de los que podía consumir un hombre y su familia era
robarle. Los chiquitanos eran muy estrictos en no robar a la naturaleza, puesto
que sabían que si lo hacían Henaschírch-ti no enviaría más animales al bosque.[9]
También esto
se visibilizaba en la fiesta cuando, por ejemplo, en la cultura
guaraní-chiriguana se realizaba la Fiesta Grande o Arete Guasu, donde el tentami
(familia extensa) más próspero donaba la mayor cantidad de comida y chicha al
resto de los tentami de la comunidad. El don a dar se expresaba en la misma
ceremonialidad de servirse la chicha. Nadie podía servirse la chicha a sí
mismo, sino, por lo contrario, debía servir para convidar a los demás y no
había nada de raro en que un varón convide a una mujer.[10]
A esta
pedagógica de la comunidad o comunitaria donde lo que se recibía de la otra
persona como valores fundamentales eran la armonía, la honradez, la honestidad
y el don a dar, y se lo hacía a través de la palabra y el ejemplo, se opuso la
pedagógica colonial de la dominación que llegó con la colonización española.
La
pedagógica colonial de la dominación
Como lo que
primero recibe el niño es a través de sus padres, y principalmente de su madre,
antes de abordar esta relación pedagógica abordaremos el encuentro erótico del
hombre europeo y la mujer indígena, que es con lo que se da inicio el proceso
de conquista y se origina la pedagógica colonial. Ésta hace del colonizado una
persona con una subjetivad inferior, que no se autovalora como lo que es, por
eso imita al colonizador, quiere ser como él y detesta todo lo que contiene de
indígena.
La
mentalidad europea de la época de la conquista de América, fue formada en
contra de la mujer. Para el hombre europeo la mujer era inferior, puesto que
hasta los grandes filósofos y teólogos de la época así lo consideraban. Es
decir, aquellas ideas e interpretaciones de la realidad en base a las cuales se
educaba en las iglesias, las escuelas y las familias eran estrictamente
machistas y patriarcales. Así por ejemplo, Santo Tomás de Aquino afirmaba en la
edad media:
“(…) la
mujer es menor en virtud y dignidad que el varón (…) en el estado de inocencia
fue más imperfecta que el hombre, tanto en cuerpo como en alma (…)”[11]
Y San
Bernardino de Siena, incitaba a los hombres a maltratar a las mujeres:
“Yo os digo,
no le peguen a sus esposas mientras estén embarazadas, porque conlleva gran
peligro. No digo que nunca les deben pegar, sino que escojan el tiempo (…)”.[12]
Estaba claro
que se educaba al hombre para dominar a la mujer, y a la mujer para ser
dominada.
Esta
relación de dominación contra la mujer tomó en América un carácter más brutal.
Primero, porque al indígena se lo inferiorizó para cosificarlo racializándolo,
lo que significa colocarlo en la parte inferior de una estructura social
racista para tratarlo como cosa explotable. Si el indio, como raza inferior, a
los ojos del conquistador europeo era menos que humano y algo así como una cosa
de la que se podía disponer, la mujer india lo fue no sólo por ser india sino también
por ser mujer. Si la mujer blanca era imperfecta, menor en dignidad y propensa
al pecado para el hombre blanco, la mujer indígena fue para él peor que eso,
una hembra lujuriosa a la que se debía someter y violar.
Por lo tanto
se cometieron desde el inicio de la conquista innumerables abusos crueles e
ilimitados contra la mujer indígena. Sin ir muy lejos, en la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra, 90 españoles, los fundadores, tomaron cuantas mujeres
quisieron de sus encomiendas como sus concubinas. Estas recibieron un trato
excesivamente cruel. Se las controlaba, castigaba y encerraba, y por celos
podían ser quemadas vivas. Para escapar del infierno en el que se habían
convertido sus vidas, algunas de ellas se suicidaban ahorcándose.[13]
La mentalidad religiosa-católica en contra de la mujer los segó por completo,
no pudieron comprender ni tolerar el comportamiento de sus mujeres, que no
soportaban la incomodidad de los vestidos y solían exponer sus cuerpos desnudos
como lo hacían con normalidad en sus aldeas.
De estas
mujeres indígenas sometidas al conquistador nacieron los primeros mestizos. La
mujer indígena madre, al dar a luz, ya no se veía a sí misma a través de sí
misma, sino lo hacía a través de su hijo que además llevaba la sangre de su
verdugo. Y, el padre verdugo, viendo a su mujer como madre de su hijo se
comportó menos cruel con ella. Entonces la enajenación se hizo total para la
mujer. Ella ahora amaba a través de su hijo al conquistador, lo defendía,
porque defendía a su hijo que era heredero de su condición social, y así enseñó
a su hijo también a amarlo, obedecerlo y seguir su ejemplo.
En otro
caso, el conquistador reconoció informalmente al hijo bastardo que había tenido
con una mujer india de su encomienda, aunque no le dio su apellido, educación y
su herencia, le dio libertad movido por su amor paterno, y un puesto de
capataz. Ese trato especial lo acercó más al padre y alejó de la madre, lo
alejó de su cultura materna a la que comenzó a ver como un obstáculo para su ascenso
social en una sociedad racista que exigía ser blanco tanto física como
culturalmente.
De esta
manera, el hijo mestizo aprendió en una pedagógica de la dominación a
menospreciar a la cultura indígena con la que inevitablemente le solía educar
su madre, por eso la contiene aunque la niega hasta donde le sea posible. La
educación del Estado republicano colonial boliviano será estructurada a partir
de esta subjetividad colonizada del mestizo, que ve con admiración la cultura
moderna-colonial y desprecia la cultura indígena. Cuando esta educación llega a
las comunidades indígenas, claro, las aliena.
En el marco
de una pedagógica colonial de la dominación, lo primero que aprende el niño o
la niña de sus padres, con respecto a las relaciones humanas, es la dominación
del hombre hacia la mujer. Entonces la pedagógica colonial es machista, el niño
aprende a dominar y la niña a ser dominada. Esa condición de dominación con el
tiempo sólo cambia de forma. La mujer en el Estado colonial, es objeto sexual y
laboral. Si bien en un principio la dominación se traduce en opresión violenta,
con el tiempo cambia, se va reduciendo el nivel de violencia. La mujer se
siente más liberada, pero la explotación a la que está sometida dentro y/o
fuera del hogar continúa.[14]
Otro
elemento fundamental de la pedagógica colonial es el monoculturalismo. Los
niños son educados desde muy pequeños sólo a través de la cultura
moderna-colonial, ésta es la cultura predominante en todos los niveles de la
educación, de este modo es la que determina el comportamiento de las personas.
Si se toma en cuenta algo de la cultura popular o indígena, es sólo a nivel de
instrumentos útiles desposeídos de sus valores fundamentales; es decir, no son
en realidad estas culturas las que determinan el comportamiento de las personas
durante la vida diaria porque sólo se las toma en cuenta en la enseñanza de
manera superficial, lo que contribuye a reproducir cierta identidad mestiza o
indígena, pero no a adoptar una cultura en sí. Por ejemplo, cuando se enseña o
practica danzas autóctonas, comidas típicas a nombre de una educación
intercultural.
Se
interiorizan en la mente de los niños los valores del enriquecimiento, del
individualismo, del egoísmo, de la egolatría, el lujo, el derroche, el
consumismo, etc., puesto que estos son los valores de la cultura
moderna-colonial, y los valores de la cultura indígena no existen en la
educación. Pero además este monoculturalismo aparece como racista, puesto que a
la vez que se presenta como lo adecuado, lo superior, lo correcto, muestra a la
cultura indígena como inadecuada, inferior, incorrecta. Esto encuentra su
correlato en el color de la piel. Se relaciona directamente a la cultura
moderna-colonial con la raza blanca-criolla-europea que lo generó, y a la
cultura indígena con la raza indígena.
Desde la
época de la conquista, cuando el europeo trata de demostrar su lugar de
dominador racializando la sociedad colonial, la cultura indígena fue encubierta
y negada, a la vez que se negaba al indio como sujeto y se lo sometía como
objeto de explotación. Eso ha continuado hasta nuestros días, por eso hasta hoy
muchos se resisten a una educación descolonizadora basada en la
intraculturalidad e interculturalidad, porque significa reencontrarse con lo
indígena, que es justamente lo que se niega y se quiere olvidar por completo.
La
pedagógica colonial reforzó sus principios en la obra de “El Emilio” de
Rousseau, que establece las bases para una educación acorde a los intereses de
la revolución burguesa. En “El Emilio”, se señala que el niño educando más
adecuado a la educación es el huérfano, es decir, alguien que no tiene padre ni
madre, que por lo tanto desde que nace no halla educadores, el único que está
presente allí para educarlo es el Padre-Estado. El niño debe cortar toda
relación con su padre y con su madre para poder ser educado por el
Padre-Estado. El Estado burgués se apropia de la educación del hijo, frente a
lo cual nada pueden hacer la familia y su cultura popular. De esta manera, se
sobrepone la escuela como institución pedagógica exclusiva.[15]
En las
misiones jesuíticas del siglo XVIII, la institucionalidad de la iglesia, a
cambio de brindarles protección a los indígenas, les obligó a vivir en
reducciones, separó a los ancianos de sus familias considerándolos desvalidos,
obligó a los niños a ir a la escuela, la iglesia y los talleres todo el día y
todos los días de la semana. De esta manera, el Estado colonial trató de
ejercer el monopolio de la educación. Mucho antes que Rousseau, los jesuitas
pusieron en práctica la condición ideal del niño, que es desarraigado en lo
posible de sus padres y de sus abuelos. De esta manera, los religiosos
prepararon a los indígenas para ser fuerza de trabajo calificada y disponible a
ser explotada posteriormente en la esclavitud y la servidumbre que instauraran
los cruceños en estas tierras después de 1767, año de la expulsión de los
jesuitas.
El Estado
moderno-colonial enajena la educación de la comunidad. Ya no son los padres en
la familia, ya no es el abuelo, o los parientes, quienes tienen la tarea de
educar a las nuevas generaciones, es el Estado a través de la escuela y de la
universidad. Pero no sólo el Estado educa a las generaciones jóvenes, sino que
a través de sus normas, leyes, sistema coercitivo, evita o corrige las
conductas inadecuadas de los mayores, con el castigo y la violencia,
garantizándose la permanencia de esa subjetividad obediente que ha construido,
subjetividad que sólo puede ser a través del Estado, nunca sin él. Es decir,
las personas sólo pueden pensar y actuar a través de sus normas, de su lógica,
de su racionalidad, nunca fuera de ellas.
De esta
manera, el castigo no es solamente un instrumento de la pedagógica colonial
hacia las generaciones jóvenes, sino también hacia las generaciones adultas a
las cuales se considera algo así como peligrosas entre sí mismas bajo la
ausencia de leyes coercitivas. En el fondo se cree que no podrán actuar guiados
por una conciencia ética y moral, porque siempre han estado sometidos a leyes
en un sistema que de hecho carece de moralidad.
El concepto
de pedagogía de bonsái de Estela Quintar[16],
ilustra claramente los propósitos de la imposición de una pedagógica colonial.
La pedagogía no fue creada o inventada en América Latina para liberar a nadie,
sino por lo contrario para oprimir. Como al bonsái, al cual para que sea tal se
le va mutilando delicadamente la raíz central, al niño a través del
disciplinamiento en la escuela se le va mutilando su capacidad de pensar y
crear, se le va despojando de su potencialidad de ser sujeto capaz de construir
su propio destino. De este modo, sólo podrá actuar y comportarse dentro de los
parámetros establecidos por el sistema mundo moderno-colonial, y no así
cuestionarlos y actuar para transformarlos.
Reflexiones
finales
“El pájaro asojná
anunciaba el tiempo de abundancia entre nosotros los indios. Ya no se escucha
su canto. Todo es triste ahora. La tierra está sucia otra vez, pero ya no es
como antes. Ahora este final es grande, y vino de afuera, no lo provocamos y
menos aún lo hemos buscado, pero lo estamos padeciendo. En pocos años más no
quedará nada de nuestro mundo, cuando nosotros, los viejos, quienes nacimos
libres, para ser libres y guerreros, seamos llamados a jnaropié, la tierra de
los muertos. Entonces nuestro padre Dupade no volverá a brillar como antes,
será el comienzo de la oscuridad para todos.” Diciendo esto el anciano se alejó
lentamente del caserío donde nadie parecía escucharle, y caminó tratando de
encontrar paz y quietud, pero fue inútil, los vehículos comenzaban a invadir
las calles terrosas a esas horas del atardecer cuando finalizaba el día.
¿Cuánto
tiempo más dejaremos pasar para comenzar a aprender de la cultura indígena?,
¿para voltear los ojos hacia atrás, y dejar de darle la espalda a nuestra madre-cultura
tratando de comprender su racionalidad para pensar y crear desde ella?
Lo primero,
en el marco de una predisposición de una pedagógica comunitaria, para recibir
algo de la cultura indígena y popular, es escuchar y ver, porque la pedagógica comunitaria
está basada en la palabra y el ejemplo. Entonces debemos dirigir nuestros oídos
y nuestros ojos a lo que queda del mundo indígena en nosotros mismos, en
nuestros padres, en nuestros parientes, amigos, abuelos, etc.
Para este
escuchar y ver, se debe hacer un intento por despojarse de todo lo que la
pedagógica colonial dejó en nosotros, no será difícil si comprendemos su
carácter perverso y así tomamos autoconciencia; podremos entonces escuchar y
ver con inocencia, sin prejuicios. Es necesario hacerlo ahora, ya no podemos
perder más tiempo. Luego podremos dirigirnos a nuestros hermanos indígenas de
las comunidades más alejadas y escucharlos y verlos, con otros oídos, con otros
ojos, para aprender de ellos.
Santa Cruz de la Sierra, 16 de mayo de 2013
- Emilio Hurtado Guzmán es escritor. Autor de varios
ensayos sobre descolonización del Estado y cultura e historia de los pueblos de
las Tierras Bajas de Bolivia. Docente de la Escuela de Gestión Pública
Plurinacional (Bolivia).
[1]Nordenskiöld, Erland. La vida de los indios. APCOB, La Paz, 2002.
Pág. 231.
[2]Riester, Jürgen / Zolezzi, Graciela. Cantaré a mi gente. Canto y poesía
de los ayoreode. APCOB, Santa Cruz de la Sierra, 1999. Pág.
[3]Freyer, Bärbel. Los chiquitanos. Edición Jürgen Riester / APCOB,
Santa Cruz de la Sierra, 2000. Pág. 54.
[4]Nordenskiöld, Erland. Op. cit. Pág. 59.
[5] Nodenskiöld, Erland. Indios y blancos. APCOB, La Paz, 2003. Pág. 47
[6]Nordenskiöld, Erland. La vida de los indios. Op. cit. Pág. 60.
[7]Op. cit. Pág. 196.
[8]Nordenskiöld, Erland. Indios y blancos. Op. cit. Pág. 153.
[9] Riester, Jürgen. En busca de la Loma Santa. Los amigos del libro,
La Paz / Cochabamba, 1976. Pág. 153.
[10]Nordenskiöld, Erland. La vida de los indios. Op. cit. Pág. 220.
[11]Suárez Franceschi, Arsenio. “La mujer indígena en la época de la
conquista”. Ponencia presentada en el VII Congreso Dominicano de Historia,
1995. Versión digital. Pág. 17.
[12]Op. cit. Pág. 18.
[13]Véase: Krekeler, Birgit. Historia de los chiquitanos. Editor Jürgen
Riester. Pág. 105.
[14]Recuerdo el caso de una señora que trabajaba en una oficina de una
institución del gobierno. Ella se levantaba todos los días a las 4 de la
madrugada a cocinar la guarnición del almuerzo de medio día, preparar el
desayuno para toda la familia, planchar la ropa de su marido y sus hijos. Luego
les llevaba a sus hijos a la escuela, y por fin podía dirigirse a su trabajo,
es decir a su oficina. A las doce del medio día, cuando llegaba la hora de
almuerzo, salía disparando a recoger a sus hijos de la escuela, los llevaba a
su casa, hacía el asado y recalentaba la guarnición para después almorzar junto
a sus hijos. Luego volvía a su oficina, tan puntual como siempre. Trabajaba más
en casa que en su oficina, al parecer porque había decidido cumplir su sueño de
ser profesional, lo que no le liberó de su condición de opresión como mujer.
[15] Véase: Dussel, Enrique. La pedagógica latinoamericana. Editorial
Nueva América, Bogotá, 1980. Versión digital. Pág. 33.
[16] Rivas Díaz, Jorge. Pedagogía de la dignidad de estar siendo. Entrevista
con Hugo Zemelman y Estela Quintar. CREFAL, 2005.
http://alainet.org/active/64192
Nueva pedagogía comunitaria,
La. Un marco renovado para la acción sociopedagógica interprofesional
Un marco renovado para la acción sociopedagógica
interprofesional
· Civís i Zaragoza, Mireia;Riera i Romaní,
Jordi
ISBN 13: 978-84-7642-738-5
Formato:
Libro papel
Páginas: 1
Fecha de
edición: 10/01/2007
17,00€ PVP
Mireia Civís
i Zaragoza es maestra, pedagoga y doctorada en Pedagogía por la Universidad
Ramon Llull.
Jordi Riera i Romaní es maestro, pedagogo y doctorado
en Pedagogía Social por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es Profesor
Titular de Pedagogía de la Universidad Ramon Llull, de la cual es actualmente
Vicerrector de Docencia y Convergencia Europea.
Este libro analiza el fenómeno socioeducativo desde
una perspectiva global, sistémica e integradora. El texto plantea la superación
de dicotomías que han existido históricamente en el mundo de la pedagogía y que
han dedicado esfuerzos a delimitar las fronteras de la pedagogía escolar, de la
pedagogía social, de la educación reglada y de la no reglada, de lo formal, no
formal e informal, etc.
Así mismo, se profundiza en el sentido histórico y
anclajes de la hasta hoy llamada pedagogía comunitaria, concretando la
viabilidad operativa de la nueva apuesta de la pedagogía comunitaria, o de la
pedagogía en comunidad.
Finalmente, se exponen algunas propuestas concretas
que ejemplifican esta apuesta cualifi cada y decidida por la nueva pedagogía
comunitaria, y deriva hacia una nueva comprensión de la pedagogía comunitaria
de carácter integrador, proactiva y preventiva que se nos presenta como una
nueva concepción de la pedagogía en red y de redes, en auténtica comunidad
socioeducativa.
Didáctica
comunitaria de la pedagogía de la reciprocidad
• Por: Germán Cardozo Olguín
En el proceso de fundamentación de una nueva educación, lo
que debe quedar claro en el caso de contextos como el boliviano es que el nuevo
modelo educativo es plurinacional/pluricultural. ¿Por qué? El motivo es simple:
constituye el horizonte de visibilidad de las culturas negadas o ignoradas por
la modernidad occidental.
Esta aspiración no es excluyente, pero sí se plantea como un proyecto más racional que los proyectos educativos del mundo occidental y, por lo tanto, el que se debe seguir (salvo que se desee continuar reproduciendo la irracionalidad de la educación moderna que es negadora de las identidades que se resisten a ella).
La pedagogía que sostiene el modelo de una educación plurinacional/pluricultural es la pedagogía de la reciprocidad. Esta propuesta es el efecto de la traducción de los saberes y prácticas de las racionalidades originarias a términos pedagógicos. Esto quiere decir que se trata de un nuevo constructo teórico que no sólo es transversal a las diferentes culturas indígenas -por tener origen en ellas- sino que al igual que cualquier teoría moderna, busca universalizarse por ser más racional. Sin embargo, una pedagogía no-moderna, en correspondencia a una educación que no niega ni ignora a nadie, no puede llegar a ser práctica si no dispone de su propia didáctica. Es lo que a continuación pasamos a referir bajo la denominación de didáctica comunitaria, dando a entender que lo comunitario no se puede fundamentar tanto a nivel del concepto de educación y pedagogía, como sí en el plano mismo de la experiencia de aprender o enseñar en un aula, porque es ahí donde al ser recíprocos podemos fundar lo comunitario.
A diferencia de la didáctica moderna-occidental, la didáctica comunitaria se caracteriza por 1) poseer una estructura circular, 2) se funda en la relación irreducible cara-a-cara, 3) promueve la exteriorización de la subjetividad, 4) da lugar a un uso del lenguaje orientado al acuerdo intersubjetivo, 5) no está subordinada a los campos de conocimientos disciplinarios, 6) no requiere de un "explicador" y 7) presupone una concepción vital de aprendizaje que supera la concepción cognitiva del aprendizaje de didáctica moderna.
La estructura circular de la didáctica consiste en que la organización del aula tiene ese carácter por estar los educandos situados de tal manera que todos forman precisamente un círculo. Ésta es una disposición que suprime simbólicamente la jerarquía del maestro respecto a los educandos, por ser él parte de ellos en una relación cíclica de carácter recíproco. Los vínculos geométricamente lineales de la didáctica moderna son desplazados y en su lugar se reconstituye un espacio donde las personas dejan de ser simplemente localizadas para ser controladas o disciplinadas por la mirada del profesor. "La disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio". La estructura circular evita que sea sólo alguien quien se arrogue la función de visibilizar presencias y ausencias. El hecho de que todos pueden verse y escucharse instaura un campo de comprensión abierto, antes que un clausurado espacio analítico, donde sólo una persona está convocada a explicar y las demás a ser explicadas, o sea, a ser producidas por el discurso de quien ejerce el poder del discurso. La estructura circular, entonces, cancela el principio de localización de la didáctica moderna: el hecho de que cada quien esté necesariamente situado en un lugar y no en otro. La didáctica comunitaria no parcela el aula en individualidades sedentarias que responden a la autoridad de un maestro. Todo lo contrario: el referente es más bien fortalecer el ejercicio de la voluntad colectiva, porque ella es inmune al despliegue de cualquier control. La estructura circular predispone a todos a escucharse los unos a los otros, a diferencia de la estructura cuadrangular de la didáctica moderna que es el soporte de la mirada vigilante del maestro. La mirada no escucha, sólo observa. Para escuchar no es necesario vigilar sino estar cara-a-cara, no entre el maestro y los educandos, sino entre todos.
(*) Profesor
Esta aspiración no es excluyente, pero sí se plantea como un proyecto más racional que los proyectos educativos del mundo occidental y, por lo tanto, el que se debe seguir (salvo que se desee continuar reproduciendo la irracionalidad de la educación moderna que es negadora de las identidades que se resisten a ella).
La pedagogía que sostiene el modelo de una educación plurinacional/pluricultural es la pedagogía de la reciprocidad. Esta propuesta es el efecto de la traducción de los saberes y prácticas de las racionalidades originarias a términos pedagógicos. Esto quiere decir que se trata de un nuevo constructo teórico que no sólo es transversal a las diferentes culturas indígenas -por tener origen en ellas- sino que al igual que cualquier teoría moderna, busca universalizarse por ser más racional. Sin embargo, una pedagogía no-moderna, en correspondencia a una educación que no niega ni ignora a nadie, no puede llegar a ser práctica si no dispone de su propia didáctica. Es lo que a continuación pasamos a referir bajo la denominación de didáctica comunitaria, dando a entender que lo comunitario no se puede fundamentar tanto a nivel del concepto de educación y pedagogía, como sí en el plano mismo de la experiencia de aprender o enseñar en un aula, porque es ahí donde al ser recíprocos podemos fundar lo comunitario.
A diferencia de la didáctica moderna-occidental, la didáctica comunitaria se caracteriza por 1) poseer una estructura circular, 2) se funda en la relación irreducible cara-a-cara, 3) promueve la exteriorización de la subjetividad, 4) da lugar a un uso del lenguaje orientado al acuerdo intersubjetivo, 5) no está subordinada a los campos de conocimientos disciplinarios, 6) no requiere de un "explicador" y 7) presupone una concepción vital de aprendizaje que supera la concepción cognitiva del aprendizaje de didáctica moderna.
La estructura circular de la didáctica consiste en que la organización del aula tiene ese carácter por estar los educandos situados de tal manera que todos forman precisamente un círculo. Ésta es una disposición que suprime simbólicamente la jerarquía del maestro respecto a los educandos, por ser él parte de ellos en una relación cíclica de carácter recíproco. Los vínculos geométricamente lineales de la didáctica moderna son desplazados y en su lugar se reconstituye un espacio donde las personas dejan de ser simplemente localizadas para ser controladas o disciplinadas por la mirada del profesor. "La disciplina procede ante todo a la distribución de los individuos en el espacio". La estructura circular evita que sea sólo alguien quien se arrogue la función de visibilizar presencias y ausencias. El hecho de que todos pueden verse y escucharse instaura un campo de comprensión abierto, antes que un clausurado espacio analítico, donde sólo una persona está convocada a explicar y las demás a ser explicadas, o sea, a ser producidas por el discurso de quien ejerce el poder del discurso. La estructura circular, entonces, cancela el principio de localización de la didáctica moderna: el hecho de que cada quien esté necesariamente situado en un lugar y no en otro. La didáctica comunitaria no parcela el aula en individualidades sedentarias que responden a la autoridad de un maestro. Todo lo contrario: el referente es más bien fortalecer el ejercicio de la voluntad colectiva, porque ella es inmune al despliegue de cualquier control. La estructura circular predispone a todos a escucharse los unos a los otros, a diferencia de la estructura cuadrangular de la didáctica moderna que es el soporte de la mirada vigilante del maestro. La mirada no escucha, sólo observa. Para escuchar no es necesario vigilar sino estar cara-a-cara, no entre el maestro y los educandos, sino entre todos.
(*) Profesor
PARADIGA OMNISIONAL DEL VIVIR BIEN
Vivir bien, el paradigma indígena en
debate
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Cochabamba.-
En el marco de la V Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias
Sociales, el Centro de Estudio Aplicados a los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales junto con el CISO y Agruco – Captured organizan la mesa de trabajo Vivir
Bien a desarrollarse este miércoles 7 de octubre en la ciudad de Cochabamba
en el Hotel Aranjuez a partir de la 15h00.
En dicha
mesa estarán como expositores, Fernando Huanacuni, sociólogo aymara, Javier
Medina, filosofo y Freddy Delgado director de Agruco, los tres iniciaran
el debate exponiendo sus puntos de vistas a cerca del paradigma indígena Vivir
Bien o Sumaq Kawsay (aymara) que tiene como principales fundamentos el
cuidado y respeto a la Madre Tierra, la “democracia” comunitaria y la plena
vigencias de sus usos y costumbres.
Los pueblos
indígenas ofrecen este nuevo paradigma como una respuesta y alternativa a la
actual crisis ambiental, económica y civilizatoria que vive el mundo. La mesa
trabajo tendrá como objetivo profundizar en el análisis de esta visión y poner
en la mesa del debate nacional e internacional esta alternativa de vida y
sociedad.
Al respecto,
el investigador y analista vasco del CEADESC, Katu Arkonada, nos ofrece a
continuación una aproximación a este concepto del Vivir Bien y su incorporación
en la actual Constitución Política del Estado de Bolivia.
Vivir Bien,
la búsqueda de un nuevo paradigma en Bolivia
Katu
Arkonada
El pasado 25
de enero fue aprobada en referéndum por el pueblo boliviano la nueva
Constitución Política del Estado, con aproximadamente el 57% de los votos
favorables.
Marcando un
hito político, recoge el concepto de Vivir Bien, siguiendo la estela del
Gobierno de Ecuador que ya lo introdujo en su nueva Constitución.
Además de
hacer una mención en el Preámbulo (Un Estado basado en el respeto e igualdad
entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad,
solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto
social, donde predomine la búsqueda del vivir bien…) lo desarrolla en el
artículo 8, al hablar de los Principios, Valores y Fines del Estado mientras
desarrolla las Bases Fundamentales del Estado.
El Estado
asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama
qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón),
suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena),
ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).
El Estado se
sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad,
solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia,
equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la
participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y
redistribución
Asimismo hay
menciones al Vivir Bien en el artículo 80, al hablar de la Educación y su
orientación para logar el Vivir Bien, en el articulo 306 respecto a la
organización económica del Estado (El modelo económico boliviano es plural y
está orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de todas las
bolivianas y los bolivianos) o en el articulo 313 en el que se establecen
los propósitos para eliminar la exclusión social y la pobreza y por el logro
del Vivir Bien en sus múltiples dimensiones.
Si bien es
todo un logro que se hayan conseguido desmontar (parcialmente al menos) las
estructuras coloniales, así como construir un nuevo marco político, que tiene
en su articulado el Vivir Bien como un nuevo paradigma para un nuevo modelo de
desarrollo, hay que analizar que incidencia real va a tener o está teniendo en
las políticas públicas impulsadas las instituciones.
Este tiene
que ser el principal objetivo de análisis hoy en Bolivia, como pasar de lo
local, a lo macro. Como pasar de las practicas en las comunidades, los ayllus…a
la implementación de prácticas en y desde los ministerios y otras instituciones
del Estado. Como pasar de la declaración de intenciones escrita en un papel
(por muy importante que sea como la nueva CPE) a aplicar políticas para
construir ese nuevo paradigma.
Y si bien es
fundamental recuperar y sistematizar las practicas de Vivir Bien que se dan en
todo el territorio, en las 36 nacionalidades que conforman Bolivia, la mayoría
complementarias entre sí, hay que empezar a analizar y extraer las diferentes
enseñanzas que se puedan extrapolar de lo local a lo nacional.
Hay que
recoger esas enseñanzas para construir una nueva ética que debe guiar el
accionar del Estado y marcar asimismo a sus ciudadanos y ciudadanas como deben
relacionarse entre sí, buscando la complementariedad y el equilibrio con ellos
mismos así como con la naturaleza.
Después de
más de 500 años de colonialismo, no se puede entender un verdadero proceso
descolonizador sin el Vivir Bien como guía que apuntale un nuevo modelo de
sociedad, y a la vez tampoco se puede entender tratar de aplicar las enseñanzas
del Vivir Bien sin un verdadero proceso de descolonización, que desmonte las
estructuras del estado colonial y de paso a esa nueva sociedad.
En Bolivia
en los últimos tiempos se están introduciendo formas tradicionales del Vivir
Bien como la medicina tradicional, en complementariedad con la medicina
moderna, la justicia comunitaria complementando la justicia heredada del
sistema colonial y también la reciprocidad y el comunitarismo se están
aplicando, en un reparto de las riquezas naturales entre toda la población sin
precedentes en la historia boliviana.
Pero Vivir
Bien es también salir de la dicotomía entre ser humano y naturaleza, es
despertar la conciencia de que somos parte de la Pachamama, de la Madre Tierra
y con ella nos complementamos. Y eso es contradictorio con la construcción de
grandes infraestructuras, que mas que vertebrar Bolivia, sirven de ruta de paso
para el saqueo de las riquezas naturales del Amazonas, que no fortalecen las
comunidades, que además muchas veces no son consultadas violándose sus derechos
colectivos, además de los individuales, sino todo lo contrario, las
desestructuran creando problemas para los que nunca estuvieron preparadas.
Un claro
ejemplo de incompatibilidad entre Vivir Bien y políticas públicas es el IIRSA
(Integración de las Infraestructuras Regionales de Sudamérica) y los 3 ejes que
se construyen en Bolivia, la carretera Puerto Suárez – Santa Cruz, las represas
en torno al Rio Madera y el corredor norte amazónico. Tenemos el reto de
desarrollar Bolivia, la nueva Bolivia descolonizada, del Vivir Bien, del saber
vivir en definitiva, pero para ello debemos ser muy conscientes de los puntos
negros, flaquezas, y quizás formas de hacer política y desarrollo heredadas de
ese sistema colonial que sigue oprimiendo a Bolivia.
La sociedad
boliviana camina hacia la construcción de ese nuevo paradigma, y ahora con el
paso más firme después de dotarse de ese bastón llamado nueva Constitución
Política del Estado, solo falta quitar las piedras que entorpecen y dificultan
su camino.
Fuente:
Agencia Intercultural de Noticias Indígenas (AINI), Santa Cruz, Bolivia http://www.aininoticias.org/
http://alainet.org/active/33516&lang=es
Las personas
nos comportamos según cómo creemos que funciona el mundo (según la Cosmología
vigente). Primero existía una visión fatalista y la gente se "resignaba a
aceptar los cambios". Luego encontramos leyes que explicaban cómo funciona
el universo entonces podíamos "anticipar y prepararnos para hacer frente a
los cambios". Hoy, con la mecánica cuántica y sus disciplinas relacionadas
algunas pensamos que podemos provocar el cambio y ser "co-creadores del
futuro". RLq
martes, octubre 31, 2006
Como algunos
recordarán, este blog comenzó con una invitación a debatir sobre el
"cambio". Los cambios de paradigmas que se han producico en la
ciencia y en la forma en que vemos que funciona el mundo producidos en el siglo
XX no seha trasladado a las ciencias sociales, y por lo tanto a la forma en que
nos organizamos.
Cuando alguien me pregunta a qué me dedico le digo - quizás con algo de presuntuosidad - soy "terapeuta organizacional". O sea alguien que diagnostica y aplica tratamientos a los problemas de las estructuras sean empresariales, estatales, ONG´s, etc.
He dedicado muchos años a ello con diverso grado de éxito. Digo siempre que soy un experto en el cambio porque adopté una definición, cuyo autor no recuerdo, que dice que "experto en una materia es quien ha cometido todos los errores posibles en la misma".
Más adelante en este blog comencé a transcribir autores de dieversas ciencias y especialidades relacionados con los nuevos paradigmas: filosofía, sicología, física, etc.
De una manera desordenada, pero sincronizada, se está armando un puzzle de temas que, de ahora en más, intentaré volcar en una redefinición de los cambios propuestos al inicio.
RLq, en algún lugar el último día de octubre de dosmil seis.
Cuando alguien me pregunta a qué me dedico le digo - quizás con algo de presuntuosidad - soy "terapeuta organizacional". O sea alguien que diagnostica y aplica tratamientos a los problemas de las estructuras sean empresariales, estatales, ONG´s, etc.
He dedicado muchos años a ello con diverso grado de éxito. Digo siempre que soy un experto en el cambio porque adopté una definición, cuyo autor no recuerdo, que dice que "experto en una materia es quien ha cometido todos los errores posibles en la misma".
Más adelante en este blog comencé a transcribir autores de dieversas ciencias y especialidades relacionados con los nuevos paradigmas: filosofía, sicología, física, etc.
De una manera desordenada, pero sincronizada, se está armando un puzzle de temas que, de ahora en más, intentaré volcar en una redefinición de los cambios propuestos al inicio.
RLq, en algún lugar el último día de octubre de dosmil seis.
Tu posición sale en un sistema de ejes cartesiano con un máximo de puntaje de 10 en ciencia y de 10 en progreso.
- Ciencia/no-ciencia: La posición respecto al eje vertical indica tu opinión sobre “cómo el mundo trabaja”. La gama de posiciones a lo largo de este eje es a partir del 10 (centrado más en ciencia) a -10 (el más supernatural/supersticioso). Una posición cerca del centro (de tapa al fondo) indica una base en ciencia con una franqueza a la no-ciencia.
- Valores y humanidad: Los grados positivos se trazan en la derecha, con una posición máxima de 10 relacionado con una valoración alta al progreso de la humanidad. Los grados a la izquierda son negativos y corresponden a la exterminación del linaje humano en el mundo natural (a menudo a favor de una vida futura). Los grados cerca del centro del eje horizontal indican que ni el progreso ni la exterminación del linaje humano está valorado altamente.
Existe además un Worldview proyectado de figuras bien conocidas.
En mi caso quedé entre Deepak Chopra y Bill Clinton, peor que Carl Sagan pero mucho mejor que el Papa.
¿Cuánto
tiempo tardarían nuestras huellas en desaparecer?
Inmediatamente: La mayoría de las especies en peligro empezarían a recuperarse.
24-48 horas: La contaminación lumínica se acabaría.
3 meses: La polución atmosférica (nitrógeno y óxidos de azufre) se va reduciendo.
En 10 años: Desaparecería el metano de la atmósfera.
En 20 años: Las carreteras rurales y pueblos quedarían cubiertos por la vegetación. Desaparecen las cosechas genéticamente modificadas.
En 50 años: Se recupera la población de especies marinas. Desaparecen los nitratos y fosfatos del agua.
Entre 50 y 100 años: Las calles y edificios de las ciudades quedan cubiertos por la vegetación.
100 años: Los edificios de madera se desmoronan.
100 a 200 años: Los puentes se caen.
En 200 años: Los edificios de metal y cristal se desmoronan; el cinturón de grano de los Estados Unidos vuelve a ser una pradera.
En 250 años: Las presas se derrumban.
En 500 años: Los corales se regeneran.
Entre 500 y 1.000 años: la mayoría del contenido orgánico de los vertederos se descompone.
1.000 años: La mayoría de los edificios de ladrillo, piedra y cemento han desaparecido; el dióxido de carbono en la atmósfera vuelve a sus niveles pre-industriales.
50.000 años: La mayoría de los plásticos y cristales se descomponen.
Después de 50.000 años la existencia de la humanidad queda marcada básicamente por sólo algunos restos arqueológicos…
Inmediatamente: La mayoría de las especies en peligro empezarían a recuperarse.
24-48 horas: La contaminación lumínica se acabaría.
3 meses: La polución atmosférica (nitrógeno y óxidos de azufre) se va reduciendo.
En 10 años: Desaparecería el metano de la atmósfera.
En 20 años: Las carreteras rurales y pueblos quedarían cubiertos por la vegetación. Desaparecen las cosechas genéticamente modificadas.
En 50 años: Se recupera la población de especies marinas. Desaparecen los nitratos y fosfatos del agua.
Entre 50 y 100 años: Las calles y edificios de las ciudades quedan cubiertos por la vegetación.
100 años: Los edificios de madera se desmoronan.
100 a 200 años: Los puentes se caen.
En 200 años: Los edificios de metal y cristal se desmoronan; el cinturón de grano de los Estados Unidos vuelve a ser una pradera.
En 250 años: Las presas se derrumban.
En 500 años: Los corales se regeneran.
Entre 500 y 1.000 años: la mayoría del contenido orgánico de los vertederos se descompone.
1.000 años: La mayoría de los edificios de ladrillo, piedra y cemento han desaparecido; el dióxido de carbono en la atmósfera vuelve a sus niveles pre-industriales.
50.000 años: La mayoría de los plásticos y cristales se descomponen.
Después de 50.000 años la existencia de la humanidad queda marcada básicamente por sólo algunos restos arqueológicos…
El universo es más milagroso de lo que suponías. Todo
está planeado tan exquisitamente que en cualquier momento dado todos recibimos
de los demás actores de nuestra vida las enseñanzas que necesitamos. Los
maestros espirituales enseñaban que todo es uno; que el progreso tuyo es el
progreso mío, que tu aflicción es mi aflicción. También decían que todo estaba
relacionado, a determinado nivel. El concepto no es fácil de entender, pero
explica por qué, cuando nosotros cambiamos, todo cambia a nuestro alrededor.
El cambio mental consiste en pasar de ver un mundo
hecho de cosas a ver un mundo de posibilidades, abierto y fundamentalmente
hecho de relaciones. Cuando ocurre este cambio fundamental, nuestro sentido de
la identidad también cambia y empezamos a aceptarnos mutuamente como seres
humanos legítimos.
Después, cuando aceptamos este cambio fundamental,
empezamos a vernos como parte del despliegue; también vemos que es
prácticamente imposible que nuestras vidas carezcan de significado.
Operando en ese estado mental y de ser distintos,
llegamos a una sensación muy diferente de lo que implica estar comprometido.
Cuando empieza a operar este nuevo tipo de compromiso, hay un flujo a nuestro
alrededor. Las cosas parecen ocurrir sin más. Cuando estamos en un estado de
compromiso y rendición, empezamos a experimentar lo que a veces se ha dado en
llamar «sincronicidad».
La sincronicidad es un principio de conexión no
causal, una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que esta
implicado algo más que la posibilidad aleatoria. Es la ocurrencia simultánea de
unos eventos que corresponden a un mismo sentido, sin que haya entre ellos
relación de causa y efecto.
Los acontecimientos sincronizados son una señal de que
nos hallamos recorriendo el sendero adecuado, y también nos dicen cuándo no es
así; al nivel más profundo, nos demuestran que no somos meros observadores,
sino participantes de una red cósmica interconectada.
A veces, yendo de compras, te encuentras por
casualidad con alguien con quien necesitabas hablar pero a quien no había
manera de encontrar. Ambas partes han sido llevadas a esa tienda de manera
«coincidente» al mismo tiempo, y todo ocurre de un modo que está más allá de la
mente racional. Puedes tomártelo como una simple coincidencia o puedes
reconocer de lo que se trata: de la misteriosa interacción de nuestro poderoso
inconsciente en el mundo físico, sobre todo si más tarde recibe otras señales
que le indican que hace lo correcto.
La sincronicidad es un resultado. Es importante
comprender las causas subyacentes de la sincronicidad porque, si no lo hacemos,
podríamos intentar producirla de la misma manera que intentamos controlar el
resto de nuestra vida. La gente tiene a elevar la sincronicidad a la categoría
de una experiencia mágica.
Este fenómeno es algo muy terrenal como el agua que
fluye ladera abajo debido a la atracción de la gravedad, aunque nadie sabe
exactamente cómo funciona la gravedad, podemos observar sus resultados. En el
delicioso fluir de esos momentos parece que nos ayudaran unas manos ocultas, el
que crea las condiciones para los «milagros predecibles».
Si admitimos la idea de la sincronicidad, entonces
nuestra vida tiene sentido, todo acontecimiento de ella y toda persona que
intervenga obedecen a un sentido y no nos sentimos como víctimas.
Mientras nos diferenciemos de los demás es fácil
echarles la culpa de lo que nos pasa; si admitimos que estamos conectados,
tendremos que asumir más responsabilidades, incluso cara a los demás.
Las personas felices y eficaces abrazan este concepto
de «unidad». Para ellas todo lo que ocurre contribuye al sentido de su vida.
Confían en que las circunstancias se sincronizarán a su favor. Los individuos
eficaces no participan de la opinión de que la vida es una lotería.
Compilado por Elias Benzadon
El año 1854,
el presidente de los Estados Unidos le hizo a una tribu indígena la propuesta
de comprar gran parte de sus tierras, ofreciendo en contrapartida, la concesión
de otra "reserva". La carta de respuesta del Jefe Seatle, distribuida
por la ONU (programa para el medio ambiente) y más adelante publicada
íntegramente, ha sido considerado, a través del tiempo, como uno de los más
bellos y profundos pronunciamientos hechos sobre la defensa del medio ambiente.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?, esta idea nos parece extraña.
Si no somos dueños de la frescura del aire y del brillo del agua, ¿cómo es posible comprarlos?.
Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva con sigo la historia del hombre piel roja.
Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.
Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar de que ella es sagrada, y deben enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, vosotros deberéis dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Una porción de tierra, para el tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.
Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las vuestras. Tal vez sea por que el hombre piel roja es un salvaje y no comprenda.
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera, o el batir las alas de un insecto. Más tal vez sea por que soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.
¿Que resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas al rededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.
El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre - todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, el debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.
Por lo tanto, vamos a meditar sobre vuestra oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo como es que el caballo humeante de fierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.
¿Qué es el hombre sin los animales?. Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales, en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.
Vosotros debéis enseñar a vuestros niños que el suelo bajo sus pies son la ceniza de vuestros abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a vuestros niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.
Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.
Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; el es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.
Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.
Vosotros podéis pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, El es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre blanco.
La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.
Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.
Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.
¿Dónde están los árboles?, desaparecieron.
¿Dónde está el águila?, Desapareció.
Es el final de la vida y el inicio de la sobrevivencia.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?, esta idea nos parece extraña.
Si no somos dueños de la frescura del aire y del brillo del agua, ¿cómo es posible comprarlos?.
Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva con sigo la historia del hombre piel roja.
Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.
Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar de que ella es sagrada, y deben enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, vosotros deberéis dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Una porción de tierra, para el tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.
Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las vuestras. Tal vez sea por que el hombre piel roja es un salvaje y no comprenda.
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera, o el batir las alas de un insecto. Más tal vez sea por que soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.
¿Que resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas al rededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.
El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre - todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, el debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.
Por lo tanto, vamos a meditar sobre vuestra oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo como es que el caballo humeante de fierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.
¿Qué es el hombre sin los animales?. Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales, en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.
Vosotros debéis enseñar a vuestros niños que el suelo bajo sus pies son la ceniza de vuestros abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a vuestros niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.
Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.
Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; el es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.
Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.
Vosotros podéis pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, El es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre blanco.
La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.
Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.
Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.
¿Dónde están los árboles?, desaparecieron.
¿Dónde está el águila?, Desapareció.
Es el final de la vida y el inicio de la sobrevivencia.
Todos somos
extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una
única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas
del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros
mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los
demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se
llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro
mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la
actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una
expresión de mí mismo.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
sación tan reciente como lo son estas palabras), hace referencia a la génesis de un paradigma que abarque como concebía San Buenaventura, los "tres ojos del conocimiento": el" ojo de la carne" (empirismo); "el ojo de la mente" (ciencias humanas, filosofía, hermenéutica); y el "ojo de la contemplación" (filosofías trascendentales), y que no se base sólo en uno de ellos, pues conduciría a "error categorial", es decir, a que uno de los "ojos" se erigiera como regente de todo posible "conocimiento".
Un claro ejemplo de "error categorial" es el del cientificismo positivista en que el "ojo de la carne" se impone ante los restantes ojos, afirmando que todo aquello que no puede ser pasible de verificación empírica no existe. Para no caer en tal "error categorial", este "ojo" debería establecer que todo lo que no es pasible de verificación experimental no puede ser conocido empíricamente a través de los órganos sensorios o sus ampliaciones instrumentales, lo que no implica que pueda ser conocido a través y mediante alguno de los otros dos "ojos".
En este orden de cosas, el "Holoparadigma" debería establecer una interrelación dinámica y equilibrada entre estos tres "ojos", fundamentándose así en un conocimiento de la realidad que tenga como preceptos esenciales el respeto y el amor hacia el Universo todo, considerándolo como un Ser vivo, que también siente y piensa, y del cual somos parte co-constitutiva y constituyente.
Así lograremos una visión de la realidad que como expresaba Gadamer no subsuma el objeto al sujeto, ni el sujeto al objeto.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
sación tan reciente como lo son estas palabras), hace referencia a la génesis de un paradigma que abarque como concebía San Buenaventura, los "tres ojos del conocimiento": el" ojo de la carne" (empirismo); "el ojo de la mente" (ciencias humanas, filosofía, hermenéutica); y el "ojo de la contemplación" (filosofías trascendentales), y que no se base sólo en uno de ellos, pues conduciría a "error categorial", es decir, a que uno de los "ojos" se erigiera como regente de todo posible "conocimiento".
Un claro ejemplo de "error categorial" es el del cientificismo positivista en que el "ojo de la carne" se impone ante los restantes ojos, afirmando que todo aquello que no puede ser pasible de verificación empírica no existe. Para no caer en tal "error categorial", este "ojo" debería establecer que todo lo que no es pasible de verificación experimental no puede ser conocido empíricamente a través de los órganos sensorios o sus ampliaciones instrumentales, lo que no implica que pueda ser conocido a través y mediante alguno de los otros dos "ojos".
En este orden de cosas, el "Holoparadigma" debería establecer una interrelación dinámica y equilibrada entre estos tres "ojos", fundamentándose así en un conocimiento de la realidad que tenga como preceptos esenciales el respeto y el amor hacia el Universo todo, considerándolo como un Ser vivo, que también siente y piensa, y del cual somos parte co-constitutiva y constituyente.
Así lograremos una visión de la realidad que como expresaba Gadamer no subsuma el objeto al sujeto, ni el sujeto al objeto.
La
Psicología Transpersonal es la cuarta fuerza en Psicología luego del
Psicoanálisis, el Conductismo y el Movimiento del Potencial Humano. En este
sentido, busca una expansión del campo de la Psicología hasta incluir el
estudio de los llamados "estados trascendentales" o (a mi entender
mal llamados) "estados alterados de conciencia".
Dijo Eddington: "Tenemos dos clases de conocimiento que yo llamo conocimiento simbólico y conocimiento íntimo... Las formas de razonamiento más habituales sólo han sido desarrolladas para el conocimiento simbólico. El conocimiento íntimo no se somete a la codificación y al análisis, o mejor dicho, cuando intentamos analizarlo, las intimidades se pierden y son reemplazadas por el simbolismo". (12)
Además, como sabiamente expresara William James: " ... nuestra conciencia normal de vigilia... no es más que un tipo especial de conciencia separada de todo lo que la rodea por la más tenue de las pantallas, más allá de la cual hay formas potenciales de conciencia enteramente diferentes. Podemos ir por la vida sin sospechar su existencia; pero si se aplica el estímulo necesario, basta un toque para que estén ahí, totalmente completas...
No puede ser completa ninguna visión del universo en su totalidad que deje de considerar estas otras formas de conciencia. La cuestión es cómo hay que considerarlas. En todo caso, nos prohiben cerrar prematuramente nuestras cuentas con la realidad". (13)
De esta manera, la Psicología Transpersonal busca superar la limitación expresada por Schumacher cuando manifiesta que: "Nada hay más difícil que tomar conciencia críticamente de los presupuestos de los propios pensamientos... Todo pensamiento puede ser escrutado en forma directa, excepción hecha del pensamiento mediante el cual escrutamos". (14)
La Psicología Transpersonal se apoya en las tres corrientes anteriormente mencionadas, pero abre su espectro de manera de incluir las propuestas de la física cuántica, la teoría de la relatividad, la Holonimia, y toda la filosofía expuesta por los místicos occidentales y orientales de todos los tiempos.
Dijo Eddington: "Tenemos dos clases de conocimiento que yo llamo conocimiento simbólico y conocimiento íntimo... Las formas de razonamiento más habituales sólo han sido desarrolladas para el conocimiento simbólico. El conocimiento íntimo no se somete a la codificación y al análisis, o mejor dicho, cuando intentamos analizarlo, las intimidades se pierden y son reemplazadas por el simbolismo". (12)
Además, como sabiamente expresara William James: " ... nuestra conciencia normal de vigilia... no es más que un tipo especial de conciencia separada de todo lo que la rodea por la más tenue de las pantallas, más allá de la cual hay formas potenciales de conciencia enteramente diferentes. Podemos ir por la vida sin sospechar su existencia; pero si se aplica el estímulo necesario, basta un toque para que estén ahí, totalmente completas...
No puede ser completa ninguna visión del universo en su totalidad que deje de considerar estas otras formas de conciencia. La cuestión es cómo hay que considerarlas. En todo caso, nos prohiben cerrar prematuramente nuestras cuentas con la realidad". (13)
De esta manera, la Psicología Transpersonal busca superar la limitación expresada por Schumacher cuando manifiesta que: "Nada hay más difícil que tomar conciencia críticamente de los presupuestos de los propios pensamientos... Todo pensamiento puede ser escrutado en forma directa, excepción hecha del pensamiento mediante el cual escrutamos". (14)
La Psicología Transpersonal se apoya en las tres corrientes anteriormente mencionadas, pero abre su espectro de manera de incluir las propuestas de la física cuántica, la teoría de la relatividad, la Holonimia, y toda la filosofía expuesta por los místicos occidentales y orientales de todos los tiempos.
De acuerdo a
la Mecánica Cuántica, el mundo físico es, al decir de H. Stapp: "...no una
estructura construida a base de entes independientes y no analizables, sino más
bien, una red de relaciones entre elementos cuyo significado surge de manera
total de sus correlaciones con la totalidad". (7)
Esto significa, como dice G. Zukav que: "Nosotros mismos damos realidad, hacemos que se realice el universo. Puesto que nosotros formamos parte del Universo esto nos convierte, a nosotros y al universo, en autorealizantes". (8)
Como dijera Werner Heisenberg: "Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación". (9)
Las implicaciones de la teoría cuántica para la construcción de un nuevo paradigma que nos ayude a comprender la realidad emergen claramente de las palabras del físico danés Niels Bohr: "La gran tensión de nuestra experiencia en los últimos años ha traído a la luz la insuficiencia de nuestras simples concepciones mecánicas y, como consecuencia, ha hecho tambalearse el cimiento en el que la acostumbrada interpretación de la observación estaba basada". (10)
Recordemos las sabias palabras de Buda: "Con nuestros pensamientos hacemos el mundo". Dice G. F. Chew: "Nuestra lucha actual con la física superior podría,... ser tan sólo un anticipo de una nueva forma de conducta intelectual humana, que no sólo está fuera de la física, sino que ni siquiera puede ser descrita como "científica"."(11)
En resumen, de acuerdo a la física cuántica el acceso al mundo sensorio se realiza a través y mediante la experiencia llevada a cabo por un "yo", es decir, que lo que experimentamos no es la realidad en sí sino nuestra interacción con ella.
La teoría cuántica nos presenta de esta manera una forma de concebir al Universo según una perspectiva de sistémica, poniendo énfasis en la interrelación e interdependencia de todos los fenómenos, así como en la naturaleza intrínsecamente dinámica de la realidad "física", lo que nos conduce a la forja de un paradigma que se base en una concepción del Universo de naturaleza holistica, no fragmentada, ecológica.
Esto significa, como dice G. Zukav que: "Nosotros mismos damos realidad, hacemos que se realice el universo. Puesto que nosotros formamos parte del Universo esto nos convierte, a nosotros y al universo, en autorealizantes". (8)
Como dijera Werner Heisenberg: "Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación". (9)
Las implicaciones de la teoría cuántica para la construcción de un nuevo paradigma que nos ayude a comprender la realidad emergen claramente de las palabras del físico danés Niels Bohr: "La gran tensión de nuestra experiencia en los últimos años ha traído a la luz la insuficiencia de nuestras simples concepciones mecánicas y, como consecuencia, ha hecho tambalearse el cimiento en el que la acostumbrada interpretación de la observación estaba basada". (10)
Recordemos las sabias palabras de Buda: "Con nuestros pensamientos hacemos el mundo". Dice G. F. Chew: "Nuestra lucha actual con la física superior podría,... ser tan sólo un anticipo de una nueva forma de conducta intelectual humana, que no sólo está fuera de la física, sino que ni siquiera puede ser descrita como "científica"."(11)
En resumen, de acuerdo a la física cuántica el acceso al mundo sensorio se realiza a través y mediante la experiencia llevada a cabo por un "yo", es decir, que lo que experimentamos no es la realidad en sí sino nuestra interacción con ella.
La teoría cuántica nos presenta de esta manera una forma de concebir al Universo según una perspectiva de sistémica, poniendo énfasis en la interrelación e interdependencia de todos los fenómenos, así como en la naturaleza intrínsecamente dinámica de la realidad "física", lo que nos conduce a la forja de un paradigma que se base en una concepción del Universo de naturaleza holistica, no fragmentada, ecológica.
"La
holografía es un método de fotografía sin lente en donde el campo de onda de
luz esparcido por un objeto se recoge en una placa como patrón de
interferencia. Cuando el registro fotográfico -el holograma- se coloca en un
haz de luz coherente como el láser se regenera el patrón de onda original.
Aparece entonces una imagen tridimensional.
Como no hay ninguna lente de enfoque, la placa aparece como un patrón absurdo de remolinos. Cualquier trozo del holograma reconstruiría toda la imagen".(4) En este sentido el cerebro sería un holograma que interpreta un Universo holográfico.
Dice David Bohm con respecto a su teoría del "orden implicado": "Uno llega a un nuevo concepto de inquebrantable totalidad que niega la idea clásica del análisis del mundo en partes existentes por separado e independientes... Hemos invertido el concepto clásico usual de que las "partes elementales" independientes del mundo sean la realidad fundamental, y que los diversos sistemas sean meramente formas y ordenaciones contingentes particulares de estas partes. Más bien decimos que la inseparable interrelación cuántica de todo el Universo es la realidad fundamental, y que las partes que funcionan relativamente independientes son simplemente formas contingentes y definidas dentro de todo este conjunto". (5)
Pero esta concepción de Bohm supera a la analogía con el holograma, a través de la creación del concepto del "holomovimiento" en el sentido de que existimos en un Universo dinámico que a través del holomovimiento se pliega y se despliega creando así el Universo no manifiesto, y así el cerebro captaría esas frecuencias procedentes del Universo implicado, construyendo matemáticamente "una realidad". El cerebro es un holograma que interpreta un Universo holográfico.
Por su parte Danah Zohar expresa que esta concepción presenta dos graves limitaciones -de las cuales expondremos sólo una-, que la hacen fracasar: "Si el cerebro es un holograma que percibe y participa de un universo holográfico, "¿quién mira el holograma?". El propio holograma no es otra cosa que una fotografía poco habitual, que por sí misma no es capaz de ninguna percepci6n..." (6)
Como no hay ninguna lente de enfoque, la placa aparece como un patrón absurdo de remolinos. Cualquier trozo del holograma reconstruiría toda la imagen".(4) En este sentido el cerebro sería un holograma que interpreta un Universo holográfico.
Dice David Bohm con respecto a su teoría del "orden implicado": "Uno llega a un nuevo concepto de inquebrantable totalidad que niega la idea clásica del análisis del mundo en partes existentes por separado e independientes... Hemos invertido el concepto clásico usual de que las "partes elementales" independientes del mundo sean la realidad fundamental, y que los diversos sistemas sean meramente formas y ordenaciones contingentes particulares de estas partes. Más bien decimos que la inseparable interrelación cuántica de todo el Universo es la realidad fundamental, y que las partes que funcionan relativamente independientes son simplemente formas contingentes y definidas dentro de todo este conjunto". (5)
Pero esta concepción de Bohm supera a la analogía con el holograma, a través de la creación del concepto del "holomovimiento" en el sentido de que existimos en un Universo dinámico que a través del holomovimiento se pliega y se despliega creando así el Universo no manifiesto, y así el cerebro captaría esas frecuencias procedentes del Universo implicado, construyendo matemáticamente "una realidad". El cerebro es un holograma que interpreta un Universo holográfico.
Por su parte Danah Zohar expresa que esta concepción presenta dos graves limitaciones -de las cuales expondremos sólo una-, que la hacen fracasar: "Si el cerebro es un holograma que percibe y participa de un universo holográfico, "¿quién mira el holograma?". El propio holograma no es otra cosa que una fotografía poco habitual, que por sí misma no es capaz de ninguna percepci6n..." (6)
Dice Aldous
Huxley: "Philosophia Perennis: la frase fue acuñada por Leibniz; pero la
cosa -la metafísica que reconoce una Divina Realidad en el mundo de las cosas,
vidas y mentes; la psicología que encuentra en el alma algo similar a la Divina
Realidad, o aún idéntico con ella; la ética que pone la última finalidad del
hombre en el conocimiento de la Base inmanente y trascendente de todo el ser-,
la cosa es inmemorial y universal". (1) "La Filosofía Perenne se
ocupa principalmente de la Realidad una, divina, inherente al múltiple mundo de
las cosas, vidas y mentes. Pero la naturaleza de esta Realidad es tal que no
puede ser directa e inmediatamente aprehendida sino por aquellos que han decidido
cumplir ciertas condiciones haciéndose amantes, puros de corazón y pobres de
espíritu... Análogamente, nada, en nuestra experiencia diaria, nos da mucha
razón de suponer que la mente del hombre sensual medio posea, como uno de sus
ingredientes, algo que se parezca a la Realidad inherente al múltiple mundo o
que sea idéntico con ella, sin embargo, cuando esa mente es sometida a cierto
tratamiento harto duro, el divino elemento, de que, por lo menos en parte, está
compuesta, se pone de manifiesto, no sólo para la mente misma, sino también,
por su reflejo en la conducta externa, para otras mentes". (2)
En otra obra dice este mismo autor: "En el núcleo de la Filosofía Perenne encontramos cuatro dogmas fundamentales.
Primero: el mundo fenoménico de la materia y la conciencia individuada -el mundo de las cosas, los animales, los hombres y aún los dioses- es la manifestación de un Fundamento Divino dentro del cual tienen su ser todas las realidades parciales, en tanto que separadas de él no tendrían existencia.
Segundo: los seres humanos no sólo son capaces de conocer por inferencia este Fundamento Divino sino que también pueden percibir su existencia por una intuición directa, superior al razonamiento discursivo. Este conocer inmediato une al conocedor con lo conocido.
Tercero: el hombre posee una naturaleza doble, un ego fenoménico y un Ser eterno que es el hombre interior, el espíritu, el destello de divinidad en el alma. Si así lo desea, el hombre puede identificarse con el espíritu y por tanto con el Fundamento Divino, que es de naturaleza igual o parecida a la del espíritu.
Cuarto: la vida del hombre en la tierra tiene un solo fin y propósito: identificarse con su Ser eterno para llegar así al conocimiento unitivo del Fundamento Divino". (3)
Consideramos que esta fundamentación de los preceptos de la Filosofía Perenne son por demás explicativos como para extendernos aún más en su consideración.
En otra obra dice este mismo autor: "En el núcleo de la Filosofía Perenne encontramos cuatro dogmas fundamentales.
Primero: el mundo fenoménico de la materia y la conciencia individuada -el mundo de las cosas, los animales, los hombres y aún los dioses- es la manifestación de un Fundamento Divino dentro del cual tienen su ser todas las realidades parciales, en tanto que separadas de él no tendrían existencia.
Segundo: los seres humanos no sólo son capaces de conocer por inferencia este Fundamento Divino sino que también pueden percibir su existencia por una intuición directa, superior al razonamiento discursivo. Este conocer inmediato une al conocedor con lo conocido.
Tercero: el hombre posee una naturaleza doble, un ego fenoménico y un Ser eterno que es el hombre interior, el espíritu, el destello de divinidad en el alma. Si así lo desea, el hombre puede identificarse con el espíritu y por tanto con el Fundamento Divino, que es de naturaleza igual o parecida a la del espíritu.
Cuarto: la vida del hombre en la tierra tiene un solo fin y propósito: identificarse con su Ser eterno para llegar así al conocimiento unitivo del Fundamento Divino". (3)
Consideramos que esta fundamentación de los preceptos de la Filosofía Perenne son por demás explicativos como para extendernos aún más en su consideración.
Un paradigma
es una forma de estructurar la realidad; consiste en las "lentes" mediante
las que configuramos la percepción, las respuestas y creencias a través de las
cuales creamos la realidad que nos rodea y que somos. En una palabra, son
hipótesis que brindan los supuestos sobre los que se basan los puntos de vista
acerca de la naturaleza del mundo (y del Universo todo). El problema surge
cuando estos paradigmas se esclerotizan, se tornan rígidos e inmutables,
convirtiéndose así en "paradigmas normativos" al decir de T. Wilson,
es decir, pasan a ser filtros conceptuales y marcos referenciales que
condicionan la manera "natural y sensata" de ver las cosas.
En este sentido, el paradigma "occidental" de los últimos tres siglos ha sido el paradigma newtoniano-cartesiano que ha concebido al Universo como de naturaleza material, contemplándolo de una manera atomística y reduccionista, buscando la naturaleza fundamental y última de la materia a través de la descomposición en sus partes componentes y dando por sentado que dichas partes existen en tanto entidades separadas y aisladas.
Pero nuestra especie se ha vuelto arrogante, contemplándonos como si la Tierra fuera nuestra y pudiéramos hacer con ella lo que quisiéramos. "Creemos" que nosotros somos conscientes y que el Universo no lo es. Nos consideramos con derecho de y a conquistar (obsérvese bien la connotación semántico-emocional que dicho término lleva implícito), "nuestro" planeta y el espacio infinito; a explotar (otro término con una particular connotación) a la naturaleza en beneficio de la máxima creación: el ser "humano".
No existe el respeto cuando mutilamos y matamos a otros seres en aras de un pretendido "progreso"; tampoco existe respeto cuando creamos situaciones en las que millones de personas pasan hambre, mientras almacenamos alimentos y arrojamos la leche por los desagües, o cuando tiramos cosechas enteras para aumentar los precios. No hay respeto cuando contemplamos la vida como una batalla que produce ganadores y perdedores; explotadores y explotados. En la pugna contra la naturaleza estamos descubriendo gradualmente que hemos estado luchando contra nosotros mismos.
En base a lo anteriormente expuesto, tengamos presente que este fin de siglo y culminación de un milenio ha implicado también un "fin del mundo", pero depende de nosotros el que sea de naturaleza catastrófica o realizadora, negativa o positiva.
Orientado a un nuevo período en la historia de la Humanidad se está forjando un nuevo paradigma que tenga, como esencia, la sabiduría taoísta de actuar en armonía con el ritmo natural del Universo. Paradigma que ha de basarse en enseñarnos y hacernos comprender que las fuerzas que pueden unirse para destruirnos son las mismas que pueden favorecer el desarrollo individual y social.
En este sentido, al hablar de "fin del mundo" no necesariamente se está queriendo significar la desaparición del planeta y de la especie humana, aunque si la culminación de un mundo de ideas, concepciones, paradigmas y "ciencias" de manera tal que otras nuevas y diferentes comiencen a imperar. Esto no implica que también hayamos podido arribar a un fin de milenio de carácter apocalíptico, puesto que nunca como hoy se habían alcanzado niveles de angustia, de descontento, de depresión y desesperación como los nos invaden hoy día, así como la capacidad destructiva que la "tecnología" ha depositado en nuestras manos. Hacia que lado se incline el fiel de la balanza dependerá de nuestra responsabilidad, entendida ésta como "habilidad para responder".
Reconocido esto veamos cuáles son los principales pilares filosófico-epistemológicos sobre los cuales ha de asentarse este nuevo paradigma.
En este sentido, el paradigma "occidental" de los últimos tres siglos ha sido el paradigma newtoniano-cartesiano que ha concebido al Universo como de naturaleza material, contemplándolo de una manera atomística y reduccionista, buscando la naturaleza fundamental y última de la materia a través de la descomposición en sus partes componentes y dando por sentado que dichas partes existen en tanto entidades separadas y aisladas.
Pero nuestra especie se ha vuelto arrogante, contemplándonos como si la Tierra fuera nuestra y pudiéramos hacer con ella lo que quisiéramos. "Creemos" que nosotros somos conscientes y que el Universo no lo es. Nos consideramos con derecho de y a conquistar (obsérvese bien la connotación semántico-emocional que dicho término lleva implícito), "nuestro" planeta y el espacio infinito; a explotar (otro término con una particular connotación) a la naturaleza en beneficio de la máxima creación: el ser "humano".
No existe el respeto cuando mutilamos y matamos a otros seres en aras de un pretendido "progreso"; tampoco existe respeto cuando creamos situaciones en las que millones de personas pasan hambre, mientras almacenamos alimentos y arrojamos la leche por los desagües, o cuando tiramos cosechas enteras para aumentar los precios. No hay respeto cuando contemplamos la vida como una batalla que produce ganadores y perdedores; explotadores y explotados. En la pugna contra la naturaleza estamos descubriendo gradualmente que hemos estado luchando contra nosotros mismos.
En base a lo anteriormente expuesto, tengamos presente que este fin de siglo y culminación de un milenio ha implicado también un "fin del mundo", pero depende de nosotros el que sea de naturaleza catastrófica o realizadora, negativa o positiva.
Orientado a un nuevo período en la historia de la Humanidad se está forjando un nuevo paradigma que tenga, como esencia, la sabiduría taoísta de actuar en armonía con el ritmo natural del Universo. Paradigma que ha de basarse en enseñarnos y hacernos comprender que las fuerzas que pueden unirse para destruirnos son las mismas que pueden favorecer el desarrollo individual y social.
En este sentido, al hablar de "fin del mundo" no necesariamente se está queriendo significar la desaparición del planeta y de la especie humana, aunque si la culminación de un mundo de ideas, concepciones, paradigmas y "ciencias" de manera tal que otras nuevas y diferentes comiencen a imperar. Esto no implica que también hayamos podido arribar a un fin de milenio de carácter apocalíptico, puesto que nunca como hoy se habían alcanzado niveles de angustia, de descontento, de depresión y desesperación como los nos invaden hoy día, así como la capacidad destructiva que la "tecnología" ha depositado en nuestras manos. Hacia que lado se incline el fiel de la balanza dependerá de nuestra responsabilidad, entendida ésta como "habilidad para responder".
Reconocido esto veamos cuáles son los principales pilares filosófico-epistemológicos sobre los cuales ha de asentarse este nuevo paradigma.
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domingo, octubre 08, 2006
Filosofía
perenne, fisica cuántica, y sicología transpersonal - 1ª nota - (Compilado por
German Pastorini)
La
confusión: El estigma de nuestros días
Vivimos una época donde reina la confusión. Desde que en el siglo pasado, el filósofo alemán F. Nietzche decretó la muerte de Dios, nunca se había sentido tanto como hoy la necesidad de creer en algo.
Quizás es porque en el presente más que en el ayer la sociedad está llegando a ser tan plenamente consciente de su propia mentira, de su hipocresía, de la rotunda falsedad de sus propios cimientos constituyentes.
A pesar de lo que muchos de los científicos que profesan desde el interior de las llamadas "Ciencias del Hombre" puedan decirnos, entiéndase, puedan hacernos creer, por no decir "obligarnos a", la historia de la Humanidad no es, ni ha sido, ni será un proceso lineal, continuo, de un estado inferior y primitivo a un nivel superior y caracterizado por el "progreso".
Muy por el contrario, dicha historia humana se nueve de manera discontinua; está hecha de saltos y caídas a través de toda una serie de procesos cíclicos de nacimiento, crecimiento, declinación y muerte.
Pero a diferencia del resto de los organismos ésta última etapa, la muerte, puede consistir en lo que todos concebimos como tal y que es la total desaparición de algo en su plena extinción, o por el contrario, puede consistir en una "trans-formación", en una "re-producción", en una "re-generación" en donde una nueva civilización "re-nace" a punto de partida de las cenizas de una ya agonizante, a semejanza de como el Ave Fénix lo hace de sus cenizas.
Pues bien, los grandes y celebérrimos científicos de antaño están demostrando hoy ser falsos profetas, vendedores de una magra ilusión en torno a un porvenir sin futuro, de un pseudo-progreso. "La Ciencia", otrora dios único de la monoteísta civilización occidental, ha mostrado ser un ídolo con pies de barro.
Tiempo ha que cedimos toda la autoridad a "la ciencia" y hoy es ella misma la que con pavor nos dice que pusimos nuestra fe en algo erróneo, falso, fantasmagórico. A los científicos les dimos la plena responsabilidad de develar, de descubrir los misterios de la Creación, mientras que nosotros nos reservamos la rutina cotidiana de una vida sin cerebro. (Nos referimos obviamente al cientificismo positivista más que a la ciencia en su pleno sentido etimológico de "saber").
En su momento los científicos aceptaron, no si gran arrogancia, su misión. Nosotros, por el contrario, con una humildad que raya en la sumisión, escogimos representar un papel de impotencia frente a la continua complejidad de la "ciencia moderna" y a la cada vez más avasallante amplitud de la tecnología.
Pero hoy, al cabo de tres siglos, los científicos vuelven hacia nosotros y nos dicen -aunque sin admitirlo plenamente- que han fallado en su tarea. Nos manifiestan que la realidad no existe tal como nosotros creemos, que es tan sólo una proyección mental, una creación nuestra. Repiten, aunque sin querer afrontarlo, una significación del más pleno misticismo tanto oriental como occidental, ejemplificado en las sabias palabras de Buda cuando expresó: "Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos hacemos el mundo". 0 como más contemporáneamente, el brujo yaqui don Juan dijera a Carlos Castaneda: "Sostenemos el mundo con nuestro diálogo interno".
Esto nos conduce a la sensación de que el suelo sobre el cual creíamos estar firmemente apoyados se disuelve, cede ante nuestros pies y tan sólo queda la nada. 0 aún peor, ni siquiera queda nada. Ello conlleva el angustioso sentimiento de que hemos sido engañados, de que no podemos creer en nadie salvo en nosotros mismos, en nuestra propia experiencia e intuición, en nuestro "awareness" como dirían los gestaltistas, pero lamentablemente no hemos sido educados para ello.
De ahí nuestro gradual y progresivo proceso de disociación esquizofrénica y esquizofrenizante que vamos experimentando y del que vamos siendo (sintiéndonos) víctimas por parte de una sociedad que presenta similar aunque mayor grado de disociación.
Vivimos una época donde reina la confusión. Desde que en el siglo pasado, el filósofo alemán F. Nietzche decretó la muerte de Dios, nunca se había sentido tanto como hoy la necesidad de creer en algo.
Quizás es porque en el presente más que en el ayer la sociedad está llegando a ser tan plenamente consciente de su propia mentira, de su hipocresía, de la rotunda falsedad de sus propios cimientos constituyentes.
A pesar de lo que muchos de los científicos que profesan desde el interior de las llamadas "Ciencias del Hombre" puedan decirnos, entiéndase, puedan hacernos creer, por no decir "obligarnos a", la historia de la Humanidad no es, ni ha sido, ni será un proceso lineal, continuo, de un estado inferior y primitivo a un nivel superior y caracterizado por el "progreso".
Muy por el contrario, dicha historia humana se nueve de manera discontinua; está hecha de saltos y caídas a través de toda una serie de procesos cíclicos de nacimiento, crecimiento, declinación y muerte.
Pero a diferencia del resto de los organismos ésta última etapa, la muerte, puede consistir en lo que todos concebimos como tal y que es la total desaparición de algo en su plena extinción, o por el contrario, puede consistir en una "trans-formación", en una "re-producción", en una "re-generación" en donde una nueva civilización "re-nace" a punto de partida de las cenizas de una ya agonizante, a semejanza de como el Ave Fénix lo hace de sus cenizas.
Pues bien, los grandes y celebérrimos científicos de antaño están demostrando hoy ser falsos profetas, vendedores de una magra ilusión en torno a un porvenir sin futuro, de un pseudo-progreso. "La Ciencia", otrora dios único de la monoteísta civilización occidental, ha mostrado ser un ídolo con pies de barro.
Tiempo ha que cedimos toda la autoridad a "la ciencia" y hoy es ella misma la que con pavor nos dice que pusimos nuestra fe en algo erróneo, falso, fantasmagórico. A los científicos les dimos la plena responsabilidad de develar, de descubrir los misterios de la Creación, mientras que nosotros nos reservamos la rutina cotidiana de una vida sin cerebro. (Nos referimos obviamente al cientificismo positivista más que a la ciencia en su pleno sentido etimológico de "saber").
En su momento los científicos aceptaron, no si gran arrogancia, su misión. Nosotros, por el contrario, con una humildad que raya en la sumisión, escogimos representar un papel de impotencia frente a la continua complejidad de la "ciencia moderna" y a la cada vez más avasallante amplitud de la tecnología.
Pero hoy, al cabo de tres siglos, los científicos vuelven hacia nosotros y nos dicen -aunque sin admitirlo plenamente- que han fallado en su tarea. Nos manifiestan que la realidad no existe tal como nosotros creemos, que es tan sólo una proyección mental, una creación nuestra. Repiten, aunque sin querer afrontarlo, una significación del más pleno misticismo tanto oriental como occidental, ejemplificado en las sabias palabras de Buda cuando expresó: "Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos hacemos el mundo". 0 como más contemporáneamente, el brujo yaqui don Juan dijera a Carlos Castaneda: "Sostenemos el mundo con nuestro diálogo interno".
Esto nos conduce a la sensación de que el suelo sobre el cual creíamos estar firmemente apoyados se disuelve, cede ante nuestros pies y tan sólo queda la nada. 0 aún peor, ni siquiera queda nada. Ello conlleva el angustioso sentimiento de que hemos sido engañados, de que no podemos creer en nadie salvo en nosotros mismos, en nuestra propia experiencia e intuición, en nuestro "awareness" como dirían los gestaltistas, pero lamentablemente no hemos sido educados para ello.
De ahí nuestro gradual y progresivo proceso de disociación esquizofrénica y esquizofrenizante que vamos experimentando y del que vamos siendo (sintiéndonos) víctimas por parte de una sociedad que presenta similar aunque mayor grado de disociación.
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lunes, octubre 02, 2006
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Contador egresado de la Universidad
Nacional de Córdoba Master en Business Administration Posgrados en Planeamiento
Estratégico y Marketing Estratégico; Pensamiento Sistémico y Teoría de las
Restricciones: y Sicología Organizacional Ministro de Economía en el Gobierno
de San Juan Experto contratado en diversos proyectos del Bco. Mundial y BID.
Docente de cátedras y dictado de cursos en la Universidad Nacional de San Juan,
Universidad Católica de Cuyo, Universidad Siglo 21 y UTN de Córdoba
Gerenciamiento de empersas y proyectos en YPF, Grupo Roggio, Vittal
Emergencias, Globalfono Investiments (España, México y Brasil), Commlogik
(USA), Ecipsa Holding. Columnista en Diario de Cuyo y Nuevo Diario de San Juan;
Ámbito Financiero; Revista Crear 24/7; Infogerentes y Punto a Punto de Cba.
Plantilla Picture Window. Tecnología de Blogger.
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"HACIA UN MACROTHESAURUS DE
PENSADORES ARGENTINO"
Por Alfredo Armando Aguirre
Considero adecuado, comenzar
declarando las coordenadas espacio - temporales, desde donde desenvuelvo el
presente ensayo: cincuentidós años (hacia la segunda mitad de 1999)
transcurridos en la banda Occidental del Río de la Plata.
A quienes
hemos transitado por las universidades argentinas, en el ámbito de las
Humanidades o de las ciencias del Espíritu y la Cultura, durante las décadas
del sesenta y del setenta, nos ha tocado vivenciar esa propensión de hacer
pasar los estudios humanísticos, por las matrices del método científico.
Soy de los
que piensan, que tal adoctrinamiento, que estimo aun subsiste, aunque
amenguado, es el que ha provocado un cierto retraso en el estudio de los
pensadores argentinos, desde esas décadas incluidas hacia atrás.
La
circunstancia que estas metodologías hipotético-deductivas, implicaran la
segmentación de los conocimientos, contribuyo también al soslayo temporario
de dicho bagaje cultural.
Desde mi
testimonio personal, debo confesar, que por mucho tiempo, ignoraba que mi
estilo de comunicación escrita, era lo que se conocía como ensayo.
Mas como
suele suceder, es posible encontrar en todas las épocas, testimonios de
heterodoxias.
Así, en
una Conferencia, poco conocida, pronunciada por Rodolfo Kusch, en 1972, en la
fundación Bariloche, éste se refería a las posibilidades que ofrecía la
literatura, como herramienta para acercarse y transformar la realidad, dado
que la misma trabajaba con "CODIGOS ABIERTOS"(las mayúsculas son
nuestras), en contraposición a los abordajes científicos, a los que le
asignaba el empleo de "CODIGOS CERRADOS"(Las mayúsculas también son
nuestras).
Creo que
es esta perspectiva de los "códigos abiertos", la que resulta de
una estimulante fecundidad, para valorar los aportes que se han venido
haciendo, no sólo en el ámbito argentino, sino en toda la América
hispano-luso parlante.
Tal vez
allí estriba, la "fortaleza", desde donde se puedan hacer los
aportes más substantivos a la aventura humana.
Precediendo
al surgimiento, a lo que por estos días conocemos como "tecnologías de
la información", apareció en escena el concepto de Macrothesaurus, como
herramienta adecuada para recuperación de la información. El "estado del
arte", de las tecnologías mencionadas precedentemente, potencian hasta
límites todavía no precisos, este concepto, y creemos que con esas
herramientas, se abre una nueva oportunidad, de reestudiar y tal vez
redescubrir, en forma colectiva, un bagaje, que permanece por demás ignorado.
Estando en
claro que el concepto de "transdisciplinariedad", esta incluido en
el de ensayo, vale consignar que propiciamos abordajes colectivos, porque los
esfuerzos monográficos, con ser ponderables, nos resultan insuficientes ante
semejantes volúmenes de documentación. De allí que más que propiciar un
macrothesaurus, como cultores del pluralismo omnidimensional, propiciamos
tantos macrothesaurus, elaborados colectivamente para "poner el
valor", esos productos del acervo americano.
Y aunque
no hay limites temporales, las líneas que aquí siguen están más
direccionadas, a los productos desarrollados, por quienes han cerrado su
ciclo vital.
Adoptamos
este criterio, porque en nuestra falible opinión, estimamos que la muerte
cierra la parábola creativa de cada existencia facilitando el estudio de los
productos culturales, generados por cada una de ellas.
Resulta
obvio consignar, que son arbitrarios, los puntos de partida de un desarrollo
ideográfico. Hoy en día no es difícil concordar, que había pensamiento antes
del arribo de los conquistadores europeos a estas latitudes. Los testimonios
abundan, sin la intermediación de papel alguno. Análoga consideración,
podemos formular para los productos culturales generados, entre ese momento
de traumático encuentro de culturas y el comienzo del proceso de emancipación
hacia 1810.
En
Argentina, hay un amplio margen de acuerdo, en considerar a las invasiones
inglesas al Río de La Plata acaecidas, entre 1806 y 1807, como el comienzo de
lo que un siglo después Ricardo Rojas, llamara la "argentinidad".
Y por
aquello, de Jaspers que: "en las situaciones limites, esta el comienzo
de todo filosofar", podemos considerar un punto arbitrario de partida
del quehacer de los pensadores argentinos, a una poesía titulada "El
triunfo argentino", de 1808, cuya autoría pertenece a Vicente López y
Planes. Allí se canta al triunfo de las tropas autoorganizadas desde la
ciudad de Buenos Aires, frente a las tropas inglesas.
Cinco año
después, la Asamblea de las Provincias Unidas, que formalizaría la pretensión
argentina en constituirse en "una nueva y gloriosa Nación",
aprobaría un himno compuesto por el mismo autor, que desde ese entonces viene
siendo el Himno Nacional Argentino.
Desde sus
inicios, los productos del acervo argentino, fueron concebidos por personas
que iban protagonizando el quehacer político de la época. Va de suyo que los
productos de su intelecto eran parte inescindible de su quehacer.
No tenían,
ni tendrían por mucho tiempo, la oportunidad de separar la elaboración
académica de las luchas políticas cotidianas. Sus escritos habitualmente
fueron un arma adicional.
Y así como
las poesías de Vicente López y Planes, tuvieron amplia difusión desde el
principio, hubo otras elaboraciones, que por diversos motivos permanecieron
ocultas, como el "Plan Revolucionario de Operaciones", atribuido a
Mariano Moreno, considerado a posteriori como "el numen de la revolución
de Mayo" de 1810 en Buenos Aires. Incluso aun se duda de la autenticidad
de ese documento finalizado en Agosto de 1810.
Desde el
comienzo del proceso emancipador 1810 hasta la Federalización de la ciudad de
Buenos Aires, en 1880, los acontecimientos en lo que hoy es Argentina y las
zonas limítrofes, se caracterizaron por una lucha por la preeminencia, que
escaló, casi sin interrupciones en el uso de la violencia física. Así, hubo
momentos que se luchaba simultáneamente contra otro país, contra otras
fracciones internas y contra grupos aborígenes.
El
asesinato, la ejecución sumaria, el destierro, o exilio forzado de
personalidades prominentes, era cosa cotidiana.
En sus
"Tablas de Sangre", Rivera Indarte, consigna los asesinatos
atribuidos al régimen de Rosas, mas antes y después de Rosas, hubo otras
" tablas de sangre" complementarias. Ese fue el clima, en que se
desplegaba la actividad intelectual, necesariamente ligada a esos procesos
agonales.
Como los
protagonistas, eran pocos en una Argentina, que hacia 1869, fecha del Primer
Censo Nacional, rondaba los 1.700.000 habitantes, era frecuente que aun los
enemigos más enconados tuvieren trato personal, vinculaciones familiares o
personales. Así, Bernardino Rivadavia se había casado con la hija de uno de
los últimos virreyes españoles; el general Bartolomé Mitre fue padrino de
bautismo del general Rondeau, quien registra el antecedente de haber ocupado
los cargos de Director Supremo de las Provincias Unidas y Primer presidente
Provisorio de la República Oriental del Uruguay.
Notablemente
influidos por las ideas que venían de Europa y en menor medida de los Estados
Unidos, los protagonistas utilizaban las prácticas y usos del trabajo
intelectual en boga.
Así los
periódicos, las memorias y los proyectos constitucionales, recogían las
inquietudes de la época: Y es preferible considerar los contenidos que allí
se vertían como una tarea colectiva, porque a veces los autores son no
identificables.
Al estilo
de los "cielitos" de Bartolomé Hidalgo, iba emergiendo una cultura
de tipo popular, no muy alejada de lo erudito, que registraba los
acontecimientos políticos de la época, y particularmente las hazañas
guerreras.
Gracias a
recopilaciones, como las realizadas por Emilio Ravignani en 1938 (y sin olvidarnos
de Arturo Carranza), podemos verificar la voluntad de constitucionalizar el
país en medio de la violencia.
Vale
recordar que en ese periodo, las fronteras nacionales que luego se conocerían
estuvieron muy desdibujadas, registrándose, aun con las limitaciones de los
medio de transporte de la época, un intenso desplazamiento de protagonistas,
entre los países del cono sur americano.
En ese
clima, no puede continuarse en las consideraciones, sin tomar al
"Facundo.
(Civilización y Barbarie)", de Sarmiento, como una suerte de punto de
inflexión del pensamiento argentino.
Escrito
hacia 1845, desde su exilio de Chile, y como parte de la lucha contra Rosas,
casi como un libelo panfletario. Esta obra de Sarmiento, habría de perdurar
en el tiempo, como un disparador para el pensamiento argentino que lo
sucedería, percibiéndose aun en nuestros días sus polémicos y estimulantes
ecos.
Algunos
estudiosos, creen ver en una de las obras últimas de Sarmiento (que falleció
en 1888) Conflicto y armonías de razas en América, una suerte de
reelaboración de sus posturas. No obstante, y trascendiendo la trayectoria
por demás polémica de Sarmiento, se sigue considerando a su Facundo, como un
hito en el desenvolvimiento de los pensadores argentinos.
Pareciera,
que la producción intelectual de Juan Bautista Alberdi, tuvo más incidencia
en los círculos políticos que la de Sarmiento. Sin embargo, su influencia no
aparece tan diseminada como la del sanjuanino. Siendo Sarmiento presidente
argentino, habrían de aparecer dos obras, de dos autores, que como tantos
habrían de ser contrincantes del autor de Facundo. También en el exilio, José
Hernández, daría comienzo a la Primera Parte de su Martín Fierro, publicado
en 1872, y por ese entonces su amigo el Coronel Lucio V. Mansilla, hijo de
una hermana de Rosas, escribiría su Excursión a los indios ranqueles, que
aunque no tendría la repercusión del Martín Fierro, dejaría el testimonio de
una realidad, en un enfoque, que en un principio, sería considerado por su
pintoresquismo, pero que con la perspectiva del tiempo, parece revalorizarse.
Como el
Facundo, el Martín Fierro, daría lugar a incontables ensayos interpretativos.
Pero a diferencia del mismo, y tal vez porque se sintieran reflejados, el
canto de Hernández, caló muy hondo entre los gauchos habitantes de las
pampas. Como si la corriente anímica de los cielitos de Hidalgo, encontrara
un hilo conductor, que pronto se encontraría con el payador y el circo
criollo.
En la
fluencia vital de todo pensamiento, los hitos cronológicos suelen ser meras
referencias.
Si la
federalización, de la ciudad de Buenos Aires, en 1880, marcó el final, o
mejor dicho la atenuación de siete décadas de violencia política.(Y lo marcó
con alrededor de cuatro mil muertos y alrededor de diez mil heridos), es obvio
que sea por trayectorias vitales o por anticipos de lo que vendría, es obvio
reiteramos, que comenzaría un nuevo escenario de soporte para las actividades
del pensar argentino. Se iniciaría, en un contexto mundial donde Inglaterra,
sería la potencia hegemónica, un periodo de estabilidad institucional que
habría de prolongarse hasta el golpe de estado de 1930, con el que se
cerraría dicha etapa.
Las
herramientas intelectuales, y las iniciativas que se habían venido postulando
desde 1810, comenzaron a fructificar. Desde la ideología consagrada en el
texto constitucional de 1853, los dirigentes comenzaron a intentar
implementar un modelo de país, basado en un masivo aporte de capitales y de
inmigración europea, al que se procuraría asimilar para el "progreso del
país".
El ideario
de transplante cultural, preconizado por Sarmiento y Alberdi, y compartido
por los sectores dirigentes de la época, sería la nota dominante de la misma.
La
recopilación de tesis de la Universidad de Buenos Aires, realizada por Candiotti,
es una acabada muestra del pensamiento de esa época.
La
fundación y construcción de la ciudad de La Plata, permite aun hoy,
visualizar las concepciones en boga.
Publicaciones
como Revista de Derecho, Historia y Letras, que dirigía Estanislao Zeballos o
la del Museo de la Plata, orientada por el Perito Moreno, también reflejan
las concepciones de los sectores dirigentes. El polígrafo que tomaría la
posta de Alberdi y de Sarmiento habría de ser Joaquín V. González. A todos
estos pensadores se atribuye estrecha relación con la masonería.
Como no
podría ser de otra manera, la fluencia vital de la época, se comenzaba a
enriquecer en las contradicciones. Así la masiva llegada de inmigrantes,
habría de comenzar a inquietar a los pensadores que formaban parte de los
sectores dirigentes. Así los gauchos, manifestaban en sus preferencias
estéticas, reflejadas en los payadores y en el circo criollo, idiosincrasias
muy diferentes de los europeizados intelectuales de la ciudad de Buenos
Aires.
Esa
realidad turbulenta, no pasaría desapercibida a los estudiosos. Así lo
reflejarían, nuevas personalidades como las de Leopoldo Lugones y Ricardo
Rojas. Ante la masividad de la inmigración, afloraría la cuestión de la
identidad argentina, rayana en la xenofobia. Ricardo Rojas, hablaría de
"argentinidad" y de "Amerindia". Lugones, publica su
novela La guerra Gaucha en 1906, de la que sesenta años después, Nimio de
Anquim propondría como "novela nacional", contraponiéndola al
Martin Fierro.
En 1904,
Alfredo Palacios, sería electo Diputado Nacional, constituyéndose en el
primer diputado socialista de América
En ese
comienzo y fin de siglo, Florencio Molina Campos, recogería, en sus retinas
los paisajes integrales rurales, que convertiría en prolífica producción
pictórica, décadas después.
En, 1908,
se estrenaría, la película(film)" El fusilamiento de Dorrego",
recordando aquel trágico episodio político, ocurrido a fines de 1828. Unos de
los actores, era Carlos Gardel, quien tiempo después pasaría a constituirse
uno de los elocutores de la cultura popular rioplatense.
Por mucho
tiempo, se percibirían reverberaciones de los fastos del Centenario Argentino
en 1910. Los fastos se prepararon minuciosamente, tal cual lo demuestra una
ley de 1908, que describía minuciosamente los mismos.
Múltiples
eventos integraron esos Festejos. Se recuerdan el Congreso Científico, el
Congreso y Exposición Ferroviaria Sudamericana y las Olimpiadas
Sudamericanas.
Entre las
publicaciones alusivas, se recuerda Argentina y sus grandezas, del literato
español Vicente Blasco Ibañez.
La profusa
documentación del Centenario argentino, demuestra el clima de euforia que se
vivió. Los dirigentes de la época en su inmensa mayoría eran hijos y/o nietos
que quienes habían protagonizado las luchas contra los ingleses, las guerras
por la emancipación, las guerras contra los caudillos, contra Brasil, contra
Paraguay y contra los indios.
Pero en
paralelo con esa suerte de patriciado, estaban los sectores populares, de
base inmigratoria y los habitantes de las zonas rurales.
Junto la
cultura formal y erudita que irradiaban las instituciones formales de las
ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y La Plata, en los arrabales de
las ciudades, en los bajos fondos, en las pequeñas y medianas localizadas que
se habían erigido al borde de una red ferroviaria de veloz expansión, y en
las mismas comarcas rurales, seguía creciendo esa cultura espontánea que
venía de los "cielitos" de Hidalgo y de las estrofas hernandianas.
Cultores del arte repentista estaban esos aedas, llamados "
payadores", que hacían las delicias del paisanaje, como Gabino Ezeiza y
José Betinotti. Y los trashumantes circos, llevaban piezas teatrales que
hacían las delicias de los sectores populares, dando lugar a lo que se
conocería como el circo criollo.
El teatro
también empezaría a reflejar esos dramas rurales y el impacto de la
inmigración, y nacería el "sainete".
Ya para el
Primer Centenario Argentino, la ley de educación común de 1884 (Número 1420),
había generado una masiva alfabetización. Ello influía en la lectura de los
periódicos, que desde las grandes ciudades argentinas, iban contribuyendo a
una masiva elevación cultural.
Y como
insinuamos más arriba, si bien la violencia política había amenguado
significativamente a partir de la federalización de la ciudad de Buenos
Aires, la sempiterna lucha por la preeminencia, había generado, un nuevo
movimiento político: La Unión Cívica Radical, que tiene su consagración
publica, en las violentas jornadas de 1890. Anecdóticamente, vale consignar
que estuvieron alineados en la emergencia, quienes ocuparían con el correr
del tiempo la presidencia del país: Hipolito Yrigoyen. Marcelo T de Alvear
(estos dos primeros, presidentes constitucionales), Agustín P. Justo (elegido
previa proscripción de la mayoría radical) y José Félix Uriburu (el primer
presidente de Facto que habría en Argentina a partir de septiembre de 1930).
La Unión
Cívica Radical, liderada hasta su suicidio por Leandro N. Alem, plantearía el
saneamiento del régimen político, al que consideraba "falaz y
descreído". Lo haría mediante la lucha armada y mediante la abstención.
Algunos de
los hombres del régimen imperante (particularmente Roque Sáenz Peña),
entendieron, aleccionados por la experiencia europea, a la que siempre fueros
sensibles las generaciones dirigentes argentinas, entendieron, repetimos, que
había que ir del sufragio público y voluntario al sufragio universal, secreto
y obligatorio.
Lo
consagrarían mediante ley de 1912.
Posteriores
análisis, concluyen que con el sufragio universal, secreto y obligatorio, esa
generación de dirigentes, que algunos llamarían "la generación del
Ochenta", completaba el tríptico iniciado por la ley de educación común
obligatoria antes mencionada y el Servicio Militar Obligatorio, establecido a
partir de 1901, con un ensayo previo en 1896.
Ya
desatada la gran Guerra, en 1916 asume la presidencia, mediante el ejercicio
del sufragio secreto y obligatorio, Hipólito Yrigoyen. Sería sucedido al
finalizar su mandato por Alvear, y reelecto en 1928, hasta el golpe de Estado
del 6 de setiembre de 1930.
Pese a la
continuidad formal de las instituciones, la llegada del partido Radical al
Poder Ejecutivo Nacional, implicó un desplazamiento, de sectores, que se
sentían como dueños de determinadas estructuras formales.
Abundan
los casos de personas, que se sentían desplazados, por este movimiento de
amplia base popular. El censo de 1914, demuestra que la mayoría de los
habitantes de Buenos Aires habían nacido fuera del país. La asimilación de
las masas migratorias, que sería persistente desde 1856 hasta mediados de la
década del veinte, había cambiando bruscamente la fisonomía del país.
Poco antes
de Asumir Yrigoyen, Lugones pronuncia su conferencia sobre "el
Payador", que algunos consideran como una reivindicación de lo telúrico
en el Martín Fierro, ante la "Cosmópolis", que por ese entonces
asustaba a muchos intelectuales.
Lugones no
podrá traspasar los círculos intelectuales y eruditos. Pero en 1917, se
registraría un acontecimiento destinado a abrir un nuevo cauce expresivo en
las culturas de los arrabales y las zonas rurales. Aparece la primera letra
de tango. "Mi noche triste ", de Pascual Contursi.
Hasta
entonces el tango, que de orígenes aun inciertos, había ganado sus lugares en
los arrabales y en ambientes prostibularios, no había dado lugar a los
poetas.
De allí en
adelante, daría lugar a expresiones populares, que venían de los
"cielitos", las canciones camperas, los payadores, y el circo
criollo.
El tango
subiría a los escenarios teatrales y el origen de muchos de los tangos que
aun se cantan en el Río de la Plata, se encuentra en comedias musicales que
primero se estrenaban en teatros de Buenos Aires o Montevideo, y luego se
esparcían por el país.
Llamada a
tener honda repercusión en América, se produce en 1918, lo que se conoció
como la Reforma Universitaria, con epicentro en las Universidades de Córdoba
y La Plata. Entre sus mentores se contaban Deodoro Roca y Saúl Alejandro
Taborda, que por ese entonces publicaría sus Reflexiones sobre el ideal
político de América.
La Reforma
postulaba el gobierno tripartito a través de los cuales alumnos, docentes y
graduados, co-gobernarían las universidades. Y también la "extensión
universitaria", concepto con que se intentaba establecer un puente ente
las formulaciones académicas y las necesidades concretas de la gente
Ya
pensadores como Alejandro Korn y José Ingenieros, sin olvidarnos de Juan B
Justo, marcaban la influencia del pensamiento socialista en la Argentina.
Y por allí
entraba en las masas con sus poesías, el vate Almafuerte. Las poesías de
Almafuerte (Pedro B. Palacios) como El hombre mediocre de Ingenieros, han
sido de los textos más leídos por los sectores populares de la Argentina.
Así como
nuevamente Lugones, con su "Hora de la espada", sé hacia eco de las
ideas fascistizantes que venían de Europa. Así había pensadores como Benjamin
Villafañe, que cuestionábanse La miseria en un país rico (1926), mientras que
sectores militares, comenzaban a predicar ideas autárquicas, desde los
salones del Círculo Militar como Luis Vicat en 1925.
Antes de
que se abra e largo interregno de facto, de 1930, en 1922, se introduce la
radiofonía o radiodifusión en la Argentina. Con el medio radial se abría una
instancia nueva para la divulgación de la cultura, la que sería poco
ponderada por los sectores tradicionales y muy aprovechada por los sectores
marginados de las "instituciones" de la cultura.
Un
pensador de la época, José Luis Torres, acuñó el marbete de "Década
infame", para designar al período transcurrido en la Argentina, entre septiembre
de 1930 y junio de 1943. Tal juicio de valor negativo, compartido por
calificados sectores, ha tenido amplia difusión. Vale recordar que el 6 de
septiembre de 1930, se rompe abruptamente con el sistema institucional, que
mantenía una llamativa estabilidad institucional, a partir de 1862, cuando el
gobierno argentino, se instala en la ciudad de Buenos Aires, luego de haber
permanecido entre fines de 1852 y fines de 1861 en la ciudad de Paraná. Vale
especificar, que esta primera ruptura de un sistema, que no pudo procesar las
modificaciones que se introdujeran, bajo el liderazgo de Roque Sáenz Peña,
tenía matices, que suelen soslayar los análisis superficiales. Así, el Poder
Judicial no fue intervenido. Ni tampoco los poderes públicos de las Provincias
de Entre Ríos y San Luis.
Sin
olvidarnos que hay, por lo menos, correlación en el tiempo de esta quiebra
institucional con la "Gran Depresión". Vale consignar que, como
habría de suceder, con las otras fracturas institucionales que habrían de
venir, los militares no estuvieron solos en sus cuartelazos, sino que
contaron con el concurso de amplios sectores de la población y prominentes
personalidades.
En el
periodo 1930-1943, se registra una llamativa profusión de manifestaciones del
pensamiento argentino, y si bien había una suerte de "continuum cultural
" con los periodos precedentes, puede por lo menos advertirse un
significativo aumento de las actividades culturales.
Además, y
aunque esto suele molestar a ciertos sectores, el mismo tuvo mucho de preparatorio
de lo que sucedería a partir de la revolución militar de 4 de junio de 1943,
prólogo de lo que se habría de conocer como "la Nueva Argentina de Evita
y de Perón".
Este
periodo estuvo significado por el particular liderazgo del general Agustín P.
Justo, aquel que había sido compañero de causa de Yrigoyen, Alvear y su
inmediato predecesor, José Félix Uriburu (el mandatario de facto entre
septiembre de 1930 y el febrero de 1932).
Justo, fue
un personaje de características muy peculiares. Además de militar, era
ingeniero civil, y notable bibliófilo. Durante la Primera presidencia de
Yrigoyen fue director del Colegio (Academia) Militar y el presidente Alvear,
lo designó su ministro de Guerra. Esto le permitió convertirse en un caudillo
militar hacia 1930, y tras la disputa palaciega "primus inter
pares" con Uriburu resultó victorioso.
Con Justo,
se inaugura el perverso sistema de hacer funcionar las instituciones
republicanas, con la previa exclusión de sectores mayoritarios considerados
indeseables. Para que esto funcionara (con fraudes y proscripciones) debía
contarse con apoyos, de grupos y personalidades que se beneficiarían con este
sistema. Justo y sus imitadores contarían con esos apoyos.
Casi como
anécdota consignamos que Carlos Gardel, grabo un tango "¡Viva la
Patria!". En homenaje a esta revolución del Treinta.
No fue de
extrañar que las personalidades desplazadas en 1916, aun en actividad,
tomaran este periodo como una restauración.
Salvadas
las cuestiones de legitimidad, y coincidente con lo que sucedía en el mundo,
este periodo se caracterizó por una intensificación de la intervención
gubernamental en todas las áreas de la vida argentina.
Vale
consignar que Justo como presidente, suscribió alrededor de ciento treinta y
nueve mil (139.000) decretos.
Como la
Argentina, a partir de 1853, pero más acentuadamente desde 1880, se había
construido desde iniciativas gubernamentales; ello redundaría en el
potenciamiento de estructuras estatales, lo que incidiría también en la vida
cultural.
La cultura
erudita y la cultura popular, produjeron, un volumen de manifestaciones, que
todavía no han recibido abordajes académicos integrales.
Así
recordamos al Aníbal Ponce que en 1931, publicó su Sarmiento: Constructor de
la nueva Argentina; al Carlos Astrada, con su Tierra y figura; al Saúl
Taborda, con sus editoriales de la revista Facundo, A El hombre que esta solo
y espera, de Raúl Scalabrini Ortiz. A La inquietud de esta hora, de Carlos
Ibarguren. A La Nueva argentina, de Carlos Bunge; A los trabajos del filósofo
tucumano Alberto Rouges. a las primeras piezas teatrales de Bernardo de Canal
Feijoó. Al movimiento Sur integrado por Jorge Luis Borges. A la Historia de
una pasión Argentina de Eduardo Mallea. A las obras antropológicas de José
Imbelloni. Había militares intelectuales, que plasmaron sus ideas en
publicaciones y conferencias como el general José María Sarobe (La Patagonia
y sus Problemas) y el general Fasola Castagno. Como parte de la resistencia a
las prácticas espurias del régimen imperante, surgió el grupo Fuerza
Orientadora Radical de la Joven Argentina, más conocido por
"Forja", que contaba entre sus adherentes al ya mencionado
Scalabrini Ortiz, a Arturo Jauretche y a Homero Manzi entre otros).
La
Radiografía de la Pampa, de Ezequiel Martínez Estrada es también de la época.
Fue el momento de proliferación de las actividades museológicas,
archivísticas y de las grandes recopilaciones, como las propiciadas por
Enrique Udaondo, Ricardo Levene y José Luis Ravignani entre otros.
Este es el
tiempo de los suicidios de Leopoldo Lugones y de Lisandro de la Torre.
Como
señalamos más arriba, la participación gubernamental en el quehacer cotidiano
fue intensa y con obvios vasos comunicantes con el quehacer artístico e
intelectual de los distintos grupos y personalidades relevantes.
Así en
1933, el gobierno comienza a implementar el uso de la radiodifusión para
fines educativos. Se sanciona la ley 11.723 sobre Derechos de Autor, y en
1938 se crean Radio del Estado, y la Universidad Nacional de Cuyo.
En el
ámbito de la cultura popular, se percibe una intensificación y
diversificación de las actividades preexistentes.
Aunque
hubo un anticipo en 1931, protagonizados por Carlos Gardel y Enrique Santos
Discépolo, de lo que hoy se conoce como "vídeo clip", lo cierto que
al estrenarse la película (film) "Tango", en 1933, se incorporó al
cinematógrafo sonoro, a los canales de la expresividad popular.
Del
entrecruzamiento del cinematógrafo, la radiofonía, los discos fonográficos,
las revistas especializadas de circulación masiva y las presentaciones en
vivo, habría de producirse una sinergia, de un significativo impacto en la
integración entre los sectores de raíz criolla y mestiza y los descendientes
de la masiva inmigración europea que había finalizado su ciclo expansivo. Desde
la cultura erudita hay pocos que advirtieron las consecuencias posteriores de
estos fenómenos.
El
deporte, introducido como una práctica selectiva por los ingleses, certificó
su entrada en la fluencia vital argentina, cuando se profesionalizara el
fútbol en 1931.
Mientras
la Argentina oficial, auspiciaba, en 1934 el Congreso Eucarístico
Internacional, episodio que a nuestro juicio marca el comienzo del
reposicionamiento de la Iglesia Católica en la constelación de poderes de
argentina, Enrique Santos Discépolo, estrenaba el tango, que más lo
trascendería: Cambalache.
En las
letras de tangos y canciones camperas, como las compuestas por Bromberg y
Maciel e interpretadas por Gardel, Agustín Magaldi (los dos fallecidos
durante este periodo) e Ignacio Corsini, así como en las pinturas gauchescas
de Florencio Molina Campos, popularizadas, a través de calendarios o
almanaques de una firma comercial, y más bien en la repercusión popular que
las mismas encontraban, podemos vislumbrar los humores de ese tiempo.
El estallido
de la segunda guerra mundial, polarizaría a los círculos intelectuales.
Finalizada
su presidencia, y elegidos por métodos poco transparentes su sucesor, el
general Justo mantenía su firme liderazgo, y cuando se preparaba para ser
"electo" presidente", para el periodo 1944-1950, falleció
repentinamente en el verano de 1943.
La muerte
física y política de Agustín P. Justo, dejaría espacio para el
"nacimiento" político de Juan Domingo Perón. Aquel que había
asomado a la consideración de círculos intelectuales, con la "Toponimia
Araucana", que se publicara en los años 1935 y 1936, en el
"Almanaque" del ministerio de Agricultura. (Una publicación oficial
masiva, que era como un libro de cabecera de los hogares rurales y que se
publicó entre 1925 y 1954). Aquel que siendo agregado militar en Chile, en
1937, bautizó a Enrique Santos Discépolo como "Discepolín".
Si, para
el periodo 1930/1943, apuntamos la escasez de abordajes integrales, y con
algún sesgo de imparcialidad, por distintas y encontradas motivaciones,
podemos opinar en forma similar, para el periodo que va del 4 de junio de
1943 a setiembre de 1955.
La
polémica da para marbetes tan antagónicos como "La Nueva Argentina de
Evita y de Perón", como el de "La segunda tiranía". Da para
que se considere a Juan Domingo Perón o "El Primer trabajador" como
" El gran responsable".
José Luis
Romero calificaba al peronismo como "ideología de Estado Mayor" y
Arturo Mor Roig, prominente político de la Unión Cívica Radical en la década
del sesenta y posteriormente asesinado, solía afirmar que "Perón era un
buen discípulo de Justo".
Va de suyo
que ambos eran juicios de valor, por cierto negativos.
No
obstante, convirtiéndolos en juicios de hecho, se nos antojan muy fecundos
para el análisis de una época que, nos adelantamos a explicitar, forma parte
de nuestros intereses académicos y políticos.
En esa
perspectiva, puede columbrarse, salvadas las obvias distancias de
legitimidad, una amplia gama de continuidad entre ambos periodos.
Casi
heréticamente podríamos, manifestar el contrafactual, que si Justo no se
moría, en materia de políticas públicas, al menos, hubiera seguido cursos de
acción similares, a los adoptados en el periodo que ahora consideramos.
Mas estos
márgenes de continuidad institucional, se soportaban sobre el "continuum
cultural", de las expresiones de la cultura popular.
En un
ensayo sobre Homero Manzi, publicado en 1987, March, consigna que la década
del cuarenta (a caballo entre los dos periodos), fue la "época de
oro" del tango. Sería sugerente cotejar este trabajo, con el Artículo
"Diez años de filosofía en la Argentina", publicado hacia 1951, por
Luis Farre, en la revista de la universidad de Buenos Aires ( En 1958, Farre
publicaría su "Cincuenta años de filosofía en Argentina").
Se nos
hace que respecto a esta "fluencia vital", no son ajenas, al decir
de Galtung, las "Variables de base y de personalidad", de las
carismáticas personalidades de Perón y de María Eva Duarte (Evita), su esposa
y compañera política.
La
revolución militar de 1943, y lo que sobrevendría, sería un nuevo
"divorcio de aguas", tal vez más intenso, en la vida argentina,
cuyas consecuencias se proyectan hasta el tiempo de concepción del presente
desarrollo.
Casi
perogrullesco consignar, que aquellos que se hallaban identificados con el
marbete "Década infame", como opinión sobre el periodo
inmediatamente precedente, vieron con simpatía esta Revolución militar. Del
mismo modo el agrupamiento de voluntades que había sustentado dicha
"década", se opuso desde un primer momento a la instancia que se
habría. A la lucha por la preeminencia, se le agregaba el choque de
cosmovisiones. No debe olvidarse que a mediados de 1943, la conflagración
mundial en curso no estaba totalmente definida.
Esta
época, en lo institucional distó de ser homogénea. Debe recordarse que hubo
un gobierno de facto desde su comienzo hasta el 4 de junio de 1946, cuando
Perón lo asumió como presidente constitucional. Ello no impidió, una
continuidad, y una legitimación de las políticas publicas, que se venían
llevando a cabo, también emparentadas con las proyectadas y/o puestas en
marcha a escala reducida, en la "década infame". Poco se enfatiza
en el papel jugado al respecto por un Consejo de Defensa Nacional creado en
setiembre de 1943.
Congruente
con el papel, de creciente intervención gubernamental, ella comprendió las
áreas de actividad de cultura erudita y popular.
Mas la
cesura abierta entre los grupos desplazados y los que se sumaron a lo que se
iría conociendo como "peronismo", fue tajante, creciente e irrestañable.
Los
intelectuales, vinculados al sistema formal educativo y cultural
preexistente, mayoritariamente colisionaron desde el principio con el
gobierno.
La
circunstancia que a fines de 1943 se declarara obligatoria la enseñanza de la
religión católica en las escuelas oficiales, tiene una alta carga simbólica.
Scalabrini
Ortiz, Homero Manzi, Enrique Santos, Carlos Astrada, Discepolo, Hernan
Benitez, Leopoldo Marechal, Nimio de Anquim, acompañaron desde el principio
al fenomeno. La muerte de Manzi y Discépolo de 1951, acotaron obviamente su
tiempo de actuación.
A pesar
que una mayoritaria intelectualidad, procuró empañarlo, se pudo realizar el
Primer Congreso Nacional de Filosofía en la ciudad de Mendoza en 1949, de
repercusión internacional, y al que el gobierno, adjudicó singular
importancia. De ese evento de "cultura fundamental", habría de
proyectarse hacia el futuro, el mensaje de clausura que el Presidente Perón,
leyera el 9 de abril de 1949.
Ese
mensaje, luego titulado "La comunidad organizada", habida cuenta la
inserción popular del peronismo, devino en uno de los pocos textos
filosóficos, que desde entonces son leídos por los seguidores del peronismo,
con una particular predisposición anímica, trascendiendo la reducida
clientela habitual de este tipo de publicaciones.
Pero en el
sentido de la cultura popular, a más de la optimización de los medios que se
venían usando, y a la que se sumaría a partir de 1951 la televisión,
impactaron más: los festejos del "Año del Libertador San Martín",
en 1950, la celebración de los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos, en
1951, y los tramos finales de la enfermedad y los funerales de Eva Perón en
julio de 1952.
La
oposición mayoritaria de los intelectuales fue cerril y el gobierno respondió
con sevicias y excesos, que sólo el fanatismo puede ocultar.
Ello no
fue óbice para que esa intelectualidad opositora, siguiera creando y
estimulada tal vez por una situación agónica (aquí volvemos a recordar al
Jaspers, que decía "que en las situaciones límites esta el origen del
filosofar"). Así Canal Feijoó y Martínez Estrada, continuarían con su
etapa más creadora. Casi en simultaneidad, con su Muerte y transfiguración
del Martín Fierro, Martínez Estrada, pronuncia dos conferencias en 1947,
recopiladas con el título "Las invariantes históricas del Facundo",
que son un elaborado alegato antiperonista, al que emparentaba con el rosismo
y con nazismo. Es el tiempo en que Federico Pinedo publicaría su voluminoso
En tiempos de la República. Y se sumaba al coro opositor el comunista
Codovila.
Un año
antes, Justiniano Allende Posee (figura clave en la instrumentación de
políticas públicas en los periodos anterior y posterior al peronismo), emitía
un documento, advirtiendo sobre los efectos perniciosos que acarrearía la
ejecución del entonces llamado Plan de Gobierno (1947/1951), luego
rebautizado oficialmente como "Primer Plan quinquenal". (Leopoldo
Marechal, simultáneamente con la publicación de su Adán BuenosAyres, fue
responsable de los aspectos culturales de dicho plan). Respecto de ese plan,
el periódico socialista La vanguardia, de larga trayectoria en la vida
periodística partidaria argentina, decía: "Dos horas habló, Perón/ y
tres más el catalán (se refería a un funcionario de ese origen)/ Para
anunciarnos el plan/de la Nazificación..."
La
consagración, mediante ley del Parlamento argentino, del cuerpo de ideas,
conocido como doctrina Justicialista, como "Doctrina Nacional", fue
vista como un síntoma más de autoritarismo por parte del peronismo. (En
entrevista, muy cercana a su muerte, Marechal, reconocería su participación
en esa doctrina, cuyo contenido más formalizado puede ser encontrado en un
decreto del año 1954).
A esta
tarea de adoctrinamiento no fue ajena la Escuela Superior Peronista, dirigida
por Raúl Mendé, quien simultáneamente ocupaba el cargo de Ministro y luego
Secretario de Asuntos Técnicos
Testimonios
de esa actividad que discurría por carriles casi estancos, asomaba la obra
mayor de un aun joven Rodolfo Kusch, en un avance de su Ciudad mestiza, de
1952, luego devenida, al año siguiente en su emblemática La seducción de la
Barbarie. Análisis herético de un continente mestizo.
Ya maduro,
Canal Feijoó aportaba el año 1954, Confines de Occidente. Y ese mismo año,
comienza a parecer la revista Contorno, publicación que aparece como una cita
clásica para los que se aventuran al estudio del clima intelectual de la
época.
El abismo
estaba abierto entre dos formas de cultura. Los excesos del oficialismo,
abonarían el terreno de la revancha inminente.
Un agudo
conflicto con la Iglesia católica, a raíz de haberse establecido el divorcio,
así como proyectos de liberalización económica, que enervaron a diversos
sectores, se consideran factores, del derrocamiento del gobierno peronista.
Arriesgándonos
a una gruesa, tal vez muy gruesa simplificación, podríamos insinuar que así
como el periodo precedente, que fue el del apogeo de lo que se conoce como
ensayo, este periodo sería el del apogeo de la cultura masiva. Esa que venía
del "cielito", la payada y el circo criollo, y que alcanzaría
niveles de apoteosis en la sinergia entre el cine, la radio, la televisión,
las revistas de difusión masiva y los espectáculos artísticos y deportivos.
En todos los cuales se reflejaban las preferencias, de esas masas, que
adherían visceralmente al peronismo.
En cierto
modo el cantor de tangos, Alberto Castillo (el cantor de los cien barrios
porteños) y el cantor de canciones folklóricas Antonio Tormo (el cantor de
las cosas nuestras), ambos vivos al momento de la redacción del presente
desarrollo, pueden ser considerados elocutores, de la cultura popular, de
este singular momento argentino.
El golpe
de estado que terminó derrocando al gobierno constitucional argentino en
Setiembre de 1995, es otro de los puntos de fractura, que han afectado desde entonces
el curso del acontecer posterior.
Resulta
difícil condensar, en tanto marco de los aspectos sobre los que aquí
enfatizamos, lo característico de aquel traumático acontecimiento. A mero
título de intento, comencemos afirmando que contrariamente a lo que había
sucedido en el golpe de estado de 1930 y en la revolución militar de 1943, lo
que se autodenominó "Revolución Libertadora", no respeto el Poder
Judicial existente. De este modo se cortó con la única instancia de
continuidad de los poderes públicos existente desde 1862.
Y así como
en 1943, se respetó y aun potenció, la continuidad de las manifestaciones de
cultura popular preexistentes, aquí se intentó, y con algún grado de
eficacia, depotenciar abruptamente toda manifestación popular, sospechada de
connivencia con "el régimen depuesto" o la "segunda
tiranía", que fue como el bando triunfante denominaría al peronismo.
Y así,
como el periodo iniciado en 1943, excluyó al plexo de personalidades e
instituciones que acompañaron y dieron una sensación de "pluralismo
restringido" al periodo precedente, la "Revolución
Libertadora", dio amplia cabida a los hasta entonces excluidos y
aherrojados, los que ya venían enfrentado a la situación desde sus mismos
inicios, y a la que se habían incorporados a su vez los radicales excluidos
entre 1930 y 1943.
La
intelectualidad excluida hasta setiembre de 1955, apoyó masivamente al
gobierno de facto. Así: José Luis Romero ocupo el rectorado de la universidad
de Buenos Aires, Jorge Luis Borges la dirección de la biblioteca Nacional,
Alfredo Palacios, la embajada argentina en Montevideo, y nominalmente (debido
a su estado de salud), Ricardo Rojas la embajada argentina en Perú.
Reputados
juristas, como Sebastián Soler, justificaron la " revolución" (Años
más tarde este mismo jurista, haría lo mismo, cuando se derrocó a Allende en
Chile).
El
gobierno de facto, entregó las universidades a los sectores, que hoy
llamaríamos progresistas, y se crearía una extraña burbuja que vida
académica, que muchos recuerdan con nostalgias, y que se prolongaría hasta
una noche de 1966.
Excluidos
los políticos peronistas, los demás partidos políticos dieron sus hombres
para ocupar diversos cargos públicos e integraron una Junta
"Consultiva", que avalo una serie de tropelías, en un tiempo donde
el concepto de derechos humanos no tenía la trascendencia que existiría
luego; y organizaciones como Amnesty Internacional no se conocían.
Esas
tropelías, en el contexto de ruptura del Estado de Derecho; incluían: el
encarcelamiento de todos aquellos dirigentes militantes peronistas, que no
habían logrado exiliarse; la derogación de la Constitución legítima por una
proclama militar; la convocatoria ilegal de una convención constituyente con
la exclusión del peronismo; la constitución de "Comisiones Investigadoras",
cuya actitud puede columbrarse de la lectura de un libro oficial titulado: El
libro Negro de la Segunda tiranía; se fusilaba a los cabecillas de la
rebelión militar de junio de 1956, y a título emblemático, citamos el Decreto
Ley 4161 del año 1956, un detallado catálogo de violación de los derechos
humanos. Paradójicamente ese año Argentina ratificada la Convención
Internacional sobre el Genocidio, mientras en el campo de la cultura popular,
un interventor militar, cortaba la posibilidad de obtener preseas en los
juegos olímpicos que ese año se habrían de celebrar en la ciudad de
Melbourne.
Esta
afirmación se fundamentaba, en el papel obtenido por los deportistas
argentinos, en los juegos Panamericanos de México del verano austral de 1955.
Y ello así
sucedía, porque el deporte, entendido en tanto manifestación de cultura
popular, debía ser objeto de sanciones ejemplificadoras.
Interin,
comenzaba como en el periodo 1930/1943, un paradójico florecer de la cultura
erudita. Al principio era común la aparición de libros con títulos como Ayer
fue San Perón, El Culto de la Infamia, o el film Después del Silencio.
Aquel
Martínez Estrada que adelantaba el emparentamiento de Rosas con Perón, que
mencionáramos anteriormente, salió de su exilio "interno" para apoyar
a la Revolución, terminado en el final de su vida observando con simpatía a
la Revolución cubana, como lo harían también hacia el final de sus parábolas
vitales, Astrada y Marechal.
Mas
mencionamos a Martínez Estrada, porque a su pensamiento esta muy ligado el
concepto de "Segunda Tiranía".
Como no
podía ser de otra manera, la fluencia vital argentina; acelerada por las
políticas públicas que reforzó exponencialmente el peronismo, siguió su
rumbo, ahora, en parte, desde la clandestinidad. Entonces, el peronismo, que
en el gobierno había sido relativamente poco sensible a la corriente del
revisionismo histórico, respecto al periodo rosista (corriente que tiene su
tibio punto de partida en las investigaciones realizadas por Salvador Saldias
hacia fines del siglo anterior), comenzó a sentirse parte del mismo proceso
que Rosas. El razonamiento popular fue más o menos el siguiente: "Si los
gorilas (mote que los peronistas daban al gobierno de facto y sus
seguidores), dicen que somos la segunda tiranía, entonces, la primera debe
ser algo bueno..."
Dos
intentos de volver a las instituciones del estado de Derecho, con la
explícita proscripción del peronismo en 1958 y 1963, habrían de caducar
cuando los gobiernos así surgidos permitieron la participación del peronismo
en 1962 y 1966.
Interim,
la "primavera" de la cultura erudita continuaba.
Sin
embargo, el plexo de gobierno de facto y cultura erudito, obnubilado por sus
persecuciones al peronismo, no advertían el significado de una perrita,
orbitanto por el espacio. La "Guerra fría" entraba en una fase, que
habría de tener creciente incidencia en la vida argentina, del mismo modo,
pero con mayor intensidad, como lo había tenido los juegos de poder mundial
desde 1810. El impacto creciente de la Guerra Fría en el acontecer argentino,
es un tema todavía no suficiente analizado.
Ese
acontecer, habría de constituir un componente del golpe militar de 1966.
Del clima
intelectual previo, quedan testimonios como el de Sebrelli: Buenos Aires vida
cotidiana y Alienación, el de José Luis De Imaz: Los que mandan; el de
Jauretche, El medio pelo en la sociedad Argentina; el de Alfredo Mofatt
Estrategias para sobrevivir en Buenos Aires; así como las obras de Rodolfo
Kusch, De la mala vida porteña e Indios porteños y Dioses.
En la cultura
popular surgirían elocutores como el cantautor: "Palito" Ortega.
Las formas
de manifestación de la cultura erudita, experimentarían mutaciones. Se iban
muriendo, o declinando en sus parábolas vitales, aquellas personalidades de
tipo erudita, espíritus abiertos a todas las direcciones del conocimiento y
empezaría el tiempo de la fragmentación y burocratización de los
conocimientos, particularmente en las humanidades. Lo que Darendorph,
motejaría: la "meritocracia de los certificados y los títulos". Los
espíritus poliédricos, serían reemplazados por las "licenciaturas";
los ensayos, por los estudios de factibilidad. Los institutos de las
Universidades y las Academias por la consultoría. Los "códigos
cerrados" del método científico, comenzarían un tiempo hegemónico sobre
los códigos abiertos de las humanidades...
Como que
puede haber un cierto grado de arbitrariedad en los cortes temporales,
podemos dar por concluida esta etapa o en 1996; o en el retorno y
fallecimiento de Perón entre 1972 y 1974, o en el golpe de Estado de Marzo de
1976.
Tomando
como punto de partida, cualquiera de estos puntos de corte, hay una
abundancia creciente de producción del pensamiento argentino, sobre esta
época caracterizada por el traumatismo extremo, particularmente elaborada a
partir de la recuperación de las instituciones democráticas en Argentina
hacia diciembre de 1983.
A título
provisorio (invitación para desarrollo ulteriores), vamos a ir cerrando este
desarrollo.
En el
título del mismo aludimos a un macrothesaurus del pensamiento argentino. A
vuelapluma, hemos procurado insinuar, como fruto de varias décadas de espigar
en los principales repositorios de documentación publica de Argentina,
localizados en la ciudad de Buenos Aires, todo un acervo documental, que
sugiere la necesidad de propiciar la divulgación del mismo.
El
concepto de macrothesaurus, propiciado por el sistema de las Naciones Unidas,
se nos antoja una herramienta intelectual de alto potencial para propiciar su
empleo en aras de la divulgación a la que propendemos. Y en función de una
actitud plural, no sólo proponemos un macrothesaurus, sino tantos como
conjunción de voluntades se propongan.
Lo que
aquí sólo insinuamos, va acompañado de la persuasión que estamos ante una
empresa que sólo es posible, si se la emprende colectivamente.
No
desconocemos el valor de empresas personales como las de Diego Pro y Hugo
Biaginni entre otros.
Lo que
aquí enunciamos, desde nuestras obvia limitaciones, se acompaña de otra
convicción: la de señalar acerca la existencia de un potencial que nos
posibilitara darnos cada vez más cuenta de los aportes culturales que desde
estas coordenadas geográficas se han venido realizando a la aventura humana.
Finalizado, en Buenos Aires, el domingo 15 de agosto
de 1999
Alfredo Armando Aguirre
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